Las obras del paseo de Cabo Roig, cortado desde hace meses por desprendimientos del acantilado, continúan en el aire pese a que la edil de costas, Sofía Álvarez anunció que comenzarían en septiembre por un importe de unos 300.000 euros. El problema se agrava cuando la pasarela de madera instalada de forma provisional, paralela al paseo, también presenta numerosas deficiencias que ponen en peligro la seguridad de los viandantes.