Una veintena de agentes del Cuerpo Nacional de la Policía, adscritos a la Comisaría de Orihuela, y de la Policía Local oriolana, cumplieron ayer los 40 filtros de seguridad, una campaña iniciada con el mes de noviembre que se realiza en los barrios más «sensibles» donde se detectan movimientos de droga, de personas sin documentación, con los cuales se pretende, por una parte, generar seguridad al resto de la población y, al mismo tiempo, hacerse ver.

Con el respaldo de la Unidad Canina y durante algo más de tres horas, los agentes identificaron a un total de 40 personas, registraron 30 vehículos y realizaron 20 pruebas de alcoholemia (todas negativas). Se levantaron tres actas por tenencias de armas blancas -un mal que no cesa en la sociedad- y se localizó a una persona reclamada por los juzgados que no había acudido a la citación.

Los agentes se toman con mucha calma este trabajo en el que, de entrada, deciden a quién identificar según su experiencia y conocimiento de la calle. No todos son sometidos a control, pero cuándo se hace, los policías lo hacen con mucha calma.

En otros municipios de la provincia, caso de Alicante, Benidorm o Elche, se han realizado o se están realizando durante estos días campañas similares con el mismo objetivo. Desde que comenzó la labor policial, hace de ello un mes y medio y de forma aleatoria se han llevado a cabo ya 40 filtros como los tres que se realizaron ayer en zonas como Capuchinos, San Isidro o Rabaloche, con un total de 330 identificados y 574 vehículos registrados. Un total de 76 actas se han levantado por consumo de droga; generalmente, se trata de papelinas o trozos de hachís. Se han levantado doce expedientes sancionadores por portar armas blancas y otros 18 a personas por carecer de documentación.

Los controles se realizarán durante las próximas semanas y, pese al esfuerzo en medios humanos que supone -ayer eran 20 personas las que se desplegaban y no sólo en los puntos de control sino en calles adyacentes para intentar detectar a personas que los evitaran-. la Comisaría y la Policía Local consideran que es una buena forma no sólo de conocer el pulso de la calle sino también de demostrar coordinación y dar mayor sensación de seguridad y un control total.