La edil de Protección Animal Carmen Morate (Los Verdes) se rascó su propio bolsillo ayer y compró 50 euros en sacos de pienso para alimentar a los animales domésticos, la mayoría aves, que tienen su hábitat en los jardines de la ciudad. En especial, el Parque de las Naciones. Gallináceas, pavos, ocas y demás fauna no recibían desde hacía una semana el alimento «municipal» que se les suministra periódicamente y hace que permanezcan en la zona. La edil explicó que se enteró a primera hora de ayer. Pudo comprobar que no había existencias de pienso, aunque el estado de los animales, subrayó, era bueno, dado que se han alimentado de lo que los empleados municipales han podido aportarles -pan duro, sobre todo- y lo que de forma habitual les ofrencen los más asiduos al parque.

Como en tantos otros asuntos en el Ayuntamiento, los actuales ediles con mando en plaza-y los anteriores, al margen de su signo político- se dan de bruces con una burocracia desesperante para cualquier trámite por mínimo que sea -aunque esto último no es algo que sea precisamente popular reconocerlo públicamente-. Las reservas de crédito de cualquier gasto se cierran a principios de diciembre para poder liquidar las cuentas en el año en curso. Y las cuentas no saben de nutrición animal. Tampoco los partes entre funcionarios -de Parques a Protección Animal- advirtiendo de que no quedaba pienso llegaron a tiempo a manos de la Concejalía.