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Torrevieja eliminará los «pipicanes» por ser antihigiénicos y un foco de plagas

Parques y Protección Animal consideran que estos espacios acotados en zonas verdes son muy difíciles de mantener y generan quejas vecinales

Torrevieja eliminará los «pipicanes» por ser antihigiénicos y un foco de plagas

El mantenimiento de los «pipicán» es un auténtico quebradero de cabeza para los municipios, aunque las administraciones locales no lo reconozcan. El área de Parques y Jardines -en coordinación con la de Protección Animal del Ayuntamiento de Torrevieja- ha dado el paso y asegura que va a desmantelar de forma paulatina todos estos «WCcan» de los parques del término municipal. Al menos, una quincena en Torrevieja. Este departamento estima que el coste de conservación de los recintos acotados con vallas, provistos de una solera con arena para que los perros defequen no compensa el servicio que prestan. Para preservar estas parcelas en condiciones -algunas de ellas ocupan más de 15 metros cuadrados- los operarios deberían realizar su limpieza y desinfección de forma casi diaria.

El Ayuntamiento piensa suprimir este servicio, una medida poco popular, y seguirá reforzando el mensaje de que cada propietario debe responsable de las deyecciones de sus mascotas en la vía pública. «Los "pipicán" son antihigiénicos. Las quejas de los vecinos que viven cerca son constantes y la mayoría de los dueños de los perros no los utilizan bien porque no retiran los excrementos. Los propietarios son los que deben hacerse responsables de los animales», asegura el edil de Parques Domingo Soler a la hora de valorar esta determinación.

La decisión del concejal no deja de ser polémica porque coincide con el bando del alcalde José Manuel Dolón (Los Verdes) en el que advierte que se va a aplicar a rajatabla la ordenanza sancionadora para los propietarios de perros que no retiren los excrementos de sus mascotas de la vía pública hasta con 3.000 euros de multa a los reincidentes. El Ayuntamiento ha dado un orden expresa a los policías locales para que hagan cumplir con mayor celo esta ordenanza, que lleva años vigente, pero por la que hasta la fecha se tramitaban muy pocas infracciones y menos todavía seguían su proceso administrativo hasta al final. De esta forma, el Ayuntamiento endurece la acción contra los vecinos que no mantienen el civismo, al tiempo que decide retirar estos recintos pero sin, de momento, ofrecer una alternativa, aunque el área de Protección Animal está barajando varias.

Plagas

Los «pipicán» se convierten en un foco de plagas e infecciones para el resto de animales, según las mismas fuentes. Provocan constantes molestias y quejas en zonas en las que están situados junto a viviendas. Como es el caso del parque de Reina de la Sal en Los Balcones, el parque aromático en la zonas de Torreblanca -tal y como reflejó este diario- , o el que existe en parque de La Habana. Zonas muy concurridas por los más pequeños donde los malos olores del «pipicán», «tiran de espaldas». El funcionamiento ideal de un pipicán permite que las mascotas acudan inmediatamente a estas zonas y no otras de los parques públicos. En teoría, estos recintos deberían contar con dispensadores de bolsas de plástico para que los dueños retiraran los excrementos. Pero no se reponen porque desaparecen a las pocas horas. En la mayoría de los casos las cacas se quedan en la arena.

Otro inconveniente más para llevar a cabo la limpieza de estos espacios es que algunos casos y para muchas de las zonas verdes, no está contemplada de forma específica en el pliego de condiciones de la contrata de conservación de parques y jardines que realiza SVT- Gestión desde 2008, dado que la mayoría de estos «pipicán» se instalaron después de que se formalizara ese contrato.

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