La mayor parte de las facturas que se aprobaron ayer martes tenían, como otros martes, informes con reparos del interventor, Fernando Urruticoechea, quien no da su plácet al abono por distintas cuestiones derivadas, principalmente, de la falta de reglamentos o partidas para ello.

Ante esta situación el equipo de gobierno tuvo que pedir a otros técnicos que realizaran un contrainforme para que pudieran aprobarlas. Aunque esta no es la forma habitual de trabajar en un Ayuntamiento -que la Intervención no dé su visto bueno al abono de las facturas-, en Orihuela se ha convertido en algo tan diario, como es que desde la factura de la luz hasta el polémico asesoramiento contratado por el edil de Medio Ambiente, Miguel Ángel Fernández o la gasolina o el gasóleo de la piscina, se abonen en estas anormales circunstancias. M. A.