El dinero público que perciben los grupos municipales para su funcionamiento interno en los ayuntamientos se concibió con un objetivo práctico: compra de material de ofimática, gestiones varias, asuntos del día a día... Pero las distintas formaciones se han amparado en el vacío legal para hacer un uso mucho más elástico. Un cajón de sastre dudoso. Si el PSOE lo derivaba casi todo a la asamblea local sin dar más explicaciones en el anterior mandato, el PP ahorraba y lo concentraba en la campaña electoral, según ha podido conocer INFORMACIÓN. Eso sí, los populares «se creen» su discurso de la transparencia, en este caso, y aportan las facturas, al contrario que los socialistas.
El grupo municipal del PP tuvo paciencia y acumuló un máximo 51.263 euros hasta junio de 2014, con los 1.550 euros que recibía mensualmente desde principio de mandato. Desde ese momento, fue pagando facturas vinculadas, en especial, a la promoción de su labor de gestión en el Ayuntamiento concentradas en los meses previos a la cita electoral de mayo de 2015 -y en el pago de servicios jurídicos a los ediles del equipo de gobierno implicados en distintos procedimientos judiciales-. Hasta el punto que sus cuentas se quedaron en poco más de 3.000 euros en junio pasado. Invirtió más de 45.000 euros en menos de un año.
Entre marzo y junio de este año utilizó 30.000 euros en campañas en medios de comunicación locales, periódicos gratuitos y la tele local, y en material de imprenta y diseño. Todos los encargos a empresas a las que el Ayuntamiento, con Eduardo Dolón como alcalde, tenía confiadas adjudicaciones municipales, como la edición del Semanario Vista Alegre, o campañas publicitarias de actos municipales. El PP empleó otros 5.094 euros de este dinero en febrero pasado en el abono de un estudio a una empresa de sondeos electorales, Ivestrategia.
El 12 de junio con esta cuenta se afrontó la prestación de Impursa, empresa de publicidad estática con contrato municipal de marquesinas y postes. 6.454 euros por la inserción de mensajes del candidato Dolón en precampaña. La cartelería, eso sí, decía que se financiaba con el dinero del grupo. Otros ejemplos. Aparece una factura de 200 euros de la IESE de la Universidad de Navarra para abonar un programa «de liderazgo y campañas electorales» recibido por uno de sus ediles. Y a una periodista especializada se le abonó también en junio una factura de 2.464 euros por unas jornadas de formación y monitorización en redes sociales impartidas también al grupo municipal.
