La concesionaria del servicio de recogida y eliminación de las basuras de Algorfa, la mercantil Sirem, ha advertido al Ayuntamiento que desde el próximo 15 de diciembre dejará de prestar el servicio debido a la falta de un acuerdo sobre quién tiene que asumir el sobrecoste de tratar los desechos en el vertedero. El consistorio, gobernado por Manuel Ros (PSOE), mantiene que debe de afrontarlo la empresa porque así esta estipulado en el contrato, por eso ante una previsible falta de acuerdo ha buscado ya a una empresa que se adjudicará el servicio de forma provisional para que los contenedores no se queden sin recoger.
El problema se viene produciendo desde que cerró el vertedero de Proambiente, en la Murada, donde Sirem vertía sus desechos. Tras la clausura, las basuras se tienen que derivar a otros vertederos de la provincia, lo que multiplica el coste. La misma situación ha ocurrido en diferentes municipios de la Vega Baja. En unos, como por ejemplo Dolores, el Ayuntamiento cedió y asumió el sobrecoste. En otros, como Callosa y Redován, se mantiene la negativa a pagar más, al igual que ha venido ocurriendo hasta ahora en Algorfa. Según dijo ayer el regidor, el Ayuntamiento firmó en 2001 un contrato con Sirem -entonces Colsur- por el que la tonelada de residuos tenía un coste de 6,01 euros más el IVA, precio que la mercantil utilizaba para hacer sus cálculos y establecer su oferta, pero que no consta como precio estipulado en el contrato. Así, tratar ahora la basura en Jijona cuesta 41,32 euros. Esto ha provocado, según alega Sirem, un desequilibrio económico en la empresa que el Ayuntamiento se niega a asumir. Hasta ahora el coste de la eliminación de la basura lo ha pagado el consistorio pero lo ha ido detrayendo de las facturas que paga a Sirem.
Según el socialista, la empresa que empezará a operar desde el 15 de diciembre costará 7.000 euros más al mes y una vez que Sirem deje de recoger las basuras y rompa por tanto el acuerdo contractual, se iniciará una demanda judicial por daños y perjuicios que se derivan del incumplimiento. Mientras tanto «queda garantizada la normalidad en la continuidad del servicio», concluyó.
