Decía mi padre, Manolo, que «siempre hay un roto "pa" un "descosío"» y, a poco que nos apliquemos vemos que es cierto. La gente no deja de sorprender y siempre se aprende algo, aunque sea lo que no se debe hacer. Dicen que «desde pequeñico se "enderesa" el arbolico"» o, lo que es lo mismo -lo digo a menudo-: «perro viejo no aprende gracias nuevas» porque, «no por mucho que se madrugue amanece antes» y no siempre «la dicha es buena». No es menos cierto que «la experiencia es la madre de la ciencia» o que «quien no conoce su historia está condenado a cometer los mismos errores». Uno de los refranes que más le gusta a la «brujita» Antonia Moreno -a quien, por cierto, hace mogollón que no veo- es el de «cuando un tonto coge un camino el camino se acaba y el tonto sigue»; a mí me encanta el de «el sabio señala la luna y el necio mira el dedo». ¡Pan y circo, pariente!, que puso de moda el régimen del general Franco. En aquella época -los que peinan canas lo recordarán- siempre se televisaba un festejo taurino -¡no diré corrida de toros!-, un partido de fútbol o un festival folclórico-benéfico para desviar la atención sobre lo que realmente importaba.

Aunque él no la inventó, ésta maniobra de distracción se le atribuyó a Joseh Goebbels, ministro para la Ilustración Pública y Propaganda del III Reich de Adolf Hitler. Ahora la ha desempolvado «Her Doctor» que, aunque suena muy alemán, es más oriolano que la subida al Seminario. Me pregunto, sin acritud y de buen talante (ahora se diría sin rallarme y de buen rollo), ¿es que no hay cosas más importantes en Orihuela? (no diré Oleza, porque hay quien no conoce a Gabriel Miró). Reconozco que esta, cuando menos, es interesante y nada desdeñable. Lo vengo a referir porque el otro día leí que se va a tramitar el expediente para conseguir la declaración de Interés Turístico Nacional para las Fiestas de Moros y Cristianos. ¡Cojonudo, Emilio; maravilloso, Antonio Manuel; de p... madre Sofía; de «puturrú de "fuá"», Mariola; de toma pan y moja, Begoña; de «ándale, ándale», Mar y, para cagarse y no limpiarse, «Damaaaso» (los nombres corresponden a concejales oriolanos, no inventados).

Me viene a la cabeza la que se está montando en la costa de Orihuela donde los residentes se están movilizando y valoran la posibilidad de irse con Torrevieja -ya hubo una intentona en 1980- o Pilar de la Horadada ante la falta de servicios y el ninguneo por parte consistorial (solo se les tiene en cuenta a la hora de recaudar), pero nuestros desgobernantes -aunque me consta que lo saben- miran para otro lado y se «enjugazan» con otros menesteres. ¿Ya no nos acordamos lo que pasó con el Pilar, la Torre y Mil Palmeras o Los Balcones. ¿Qué pasa con los lixiviados -¡me hace gracia la palabra; solo la palabra!- del vertedero en La Murada, dónde los vecinos -¡que también están mosqueaos!- bordean enfermedades y los cultivos contaminación por culpa del líquido putrefacto con el que se riegan?.

Menos mal que, por lo menos, se han desempolvado temas recurrentes como el Turismo y la Cultura, pero lo chocante es que no lo han hecho los azulones (PP) sino los rojeras (PSOE) y naranjitos (C´s), lo que me viene a demostrar que en «pepelandia» se tiene la cabeza para llevar sombrero, no para otra cosa más natural e innata, pensar. Me sorprende que en esta tormenta de ideas nadie haya sacado a pasear lo de peatonalizar Los Andenes o la recuperación de la plaza de toros, aunque no hace mucho se recuperó lo del antiguo Palacio de Justicia. ¡Imaginación al poder, chavales!.

Pero en todas partes «pelan la pava» (de ahí lo de los rotos y los «descosíos»). ¡Pues no que van los «sosiatas», que deberían estar «callaícos» para según qué cosas -más que nada para que no les saquen los colores-, y dicen, por medio de un tal Julián López Milla, «cabeza» de cartel por Alicante -el mismo en el que va la Brown (Moreno)- que el partido de Pedro Sánchez "no renuncia a que el AVE tenga parada en la Intermodal" de Orihuela!. ¡Por Dios, Antonio Zapata, dile a este pavo que en boca cerrada no entran gurripatos!. ¿Se quiere un Tren de Alta Velocidad o un tranvía?. ¡Ah, coño, que estamos en precampaña electoral!. ¡Vale, si es por eso, admito pulpo como animal de compañía!. Pero Julián prométeme que algún día reconocerás que cuando dijiste eso tenías descomposición estomacal (¡vamos, la diarrea de toda la vida!), porque de lo contrario te van a decir de todo menos guapo, ¿vale?. No es por nada, pero si el «train rapid» parase en Orihuela sería la tercera parada en poco menos de setenta kilómetros (Elche-Orihuela-Murcia) y más bien parecería un tren de cercanías.

¡Siempre hay un roto pa un descosío y lo sabes!. El otro día, un amigo, Tomás, me preguntó que por qué no escribo sobre «Catalunya is not Spain» y le contesté que bastante tengo con Orihuela como para dedicarme a hablar de los «polacos». De la Ferrando hoy no toca; ¡está haciendo una colecta para pagar, pobreta!. ¡Otros vendrán que buenos te harán!.