Torrevieja acogió ayer, un año más, el recorrido bautizado como «Un paseo por la jungla», en el que un grupo de personas con movilidad reducida denuncia cómo los diferentes obstáculos de la ciudad convierten un simple paseo en toda una odisea para estos usuarios. La marcha sirvió para reivindicar mejoras en la accesibilidad y concienciar a conductores y peatones del perjuicio que supone gestos tan simples como estacionar en pasos de peatones o rampas para sillas de ruedas.