La Conselleria de Medio Ambiente ha autorizado la extracción de las charcas de lixiviados que se encuentran en la superficie de diferentes puntos de la Sierra de Orihuela, en concreto en la pedanía de La Murada. La operación se realizará desde principios de esta semana mediante una cuba aspiradora de líquido y el residuo contaminante se llevará hasta una estación depuradora de aguas residuales para su tratamiento.

La detección de nuevos focos de lixiviados hace unos días por la plataforma Vertivega ha obligado a reaccionar de urgencia a la Generalitat Valenciana. Aunque no es la primera vez que aparecen esos focos de contaminación, sí es cierto que cada vez se están detectando más cerca de los núcleos de población. La situación está generando un profundo malestar entre los vecinos, que temen que ante un nuevo episodio de lluvias torrenciales ese líquido acabe llegando hasta la puerta de sus casas.

El responsable autonómico de Calidad Ambiental, Julià Álvaro, trasladó a este diario que técnicos de la Conselleria han tomado muestras de lixiviados para analizarlos y descifrar su composición y su origen. Todo apunta a que el líquido procede de las miles de toneladas de residuos que se encuentran enterradas sin tratar de forma ilegal en varias fincas agrícolas, pero no se descarta la opción de que emanen desde el vertedero de Proambiente, ubicado en esa zona, y que ahora no tiene actividad debido a que ha sido prohibida por la Región de Murcia, pues la planta se encuentra ubicada entre ambas comunidades autónomas.

Sin garantías

Julià Álvaro apuntó que la prioridad del gobierno valenciano es ahora retirar esos lixiviados que se encuentran en diferentes puntos de la Sierra, aunque admitió que no existen garantías de que vuelvan a emanar si se registran nuevas precipitaciones. No obstante, manifestó que el compromiso del Consell es seguir trabajando para intentar minimizar la propagación de este foco de contaminación mientras se espera a que los juzgados emitan una sentencia sobre el caso de los enterramientos de basura irregulares.

Aunque en un principio la Conselleria de Medio Ambiente barajó la opción de actuar de oficio y retirar los residuos enterrados de forma descontrolada para luego exigir el coste a los propietarios de las fincas, finalmente se ha descartado esa idea, principalmente porque costaría cientos de miles de euros que la Generalitat no puede sufragar. Además, dependería de una autorización del juzgado y, hoy por hoy, no se tiene.

Aunque los vecinos afectados llevan años denunciando este grave problema de contaminación, lo cierto es que hasta ahora no se ha hecho nada para retirar todos estos residuos tóxicos y articular un plan de regeneración en este enclave natural. Las actuaciones sólo se están acometiendo desde hace pocas semanas en la parte correspondiente a la Región de Murcia, que incautó a Proambiente una fianza para restaurar la zona afectada de la Sierra. Así, será a partir de mañana lunes cuando se empezarán a tomar medidas en la parte correspondiente a la Comunidad Valenciana con esa máquina que absorverá los lixiviados superficiales, una actuación que la administración autonómica realizará por primera vez a pesar de que las denuncias por este asunto se repiten desde hace años.