El Partido Popular de Almoradí ha obtenido el apoyo de los ediles de Ciudadanos para aprobar una moción por vía de urgencia solicitando al equipo de gobierno (PSOE e IU) que retire «inmediata y públicamente» el ofrecimiento del Ayuntamiento para acoger en el término municipal una planta de transferencia de basuras. El acuerdo fue aprobado con los votos de los dos grupos de la oposición, mientras el bipartito votó en contra.

En concreto, la moción recoge en su exposición de motivos que «ningún informe de la Consellería de Medio Ambiente o de cualquier otro organismo competente acredita la idoneidad de nuestro término, ni existen razones de estrategia de costos, de volumen de producción o de suelos marginales aptos para la instalación de una planta de transferencia o tratamiento de basuras en Almoradí». Asimismo señala que «existen al menos cinco municipios de la Vega Baja que generan una mayor cantidad de residuos y que podrían ajustarse mejor a las condiciones exigidas» para la planta de tratamiento y vertedero.

Desarrollo agrícola

«Hacer estas infraestructuras siempre se han requerido suelos de escaso o nulo valor agronómico y paisajístico con determinadas condiciones geológicas, y nuestro municipio cuenta con un importante desarrollo agrícola en todo su término y una proyección de futuro turístico en la parte sur», prosigue el escrito de la moción, que apunta igualmente que «tampoco se sabe qué tipo de contraprestación o beneficio obtendría la localidad». Así, califica que la intención de albergar esta planta es únicamente «un grave empeño político sin ningún fundamento del bipartito, y más cuando el sistema de vertederos, al que las plantas de transferencias pertenecen, empiezan a ser obsoletos y tienen los días contados según la UE».

Así, se insta al Ayuntamiento a informar del acuerdo adoptado en pleno a la Consellería de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural y al Consorcio de Residuos.

La oposición popular explicó ayer que decidió presentar esta moción ante las últimas noticias aparecidas sobre todo este asunto que «ha generado una enorme alarma social» entre los vecinos.

«Las contradicciones del portavoz socialista y el concejal de Urbanismo quedaron en evidencia cuando, por una parte, negaban haberse ofrecido al Consorcio, y por la otra, reconocían tener en estudio diferentes ubicaciones. Finalmente dejaban claro que no cerraban la puerta a su posible instalación, posicionándose y votando en contra de la moción», aunque salió adelante gracias a los votos de PP y Ciudadanos.