El juzgado de Instrucción 3 de Torrevieja ha citado a declarar como imputado por un supuesto delito de acusación y denuncia falsa a un agente de la Policía Local de Rojales, y que denunció a cinco de sus compañeros agentes en mayo de 2009, acusándolos delitos y prácticas irregulares mientras patrullaban de servicio.

El ahora denunciado llevó esos hechos al juzgado de Instrucción 5, que los investigó. Tras agotar todas las instancias judiciales y recurrir, la denuncia se archivó definitivamente en el año 2014, por auto firme de la Audiencia Provincial de Alicante, con sede en Elche. Los agentes que se vieron implicados en aquellas falsas acusaciones, decidieron entonces interponer una denuncia por un supuesto delito de acusación y denuncia falsa contra J. A. F., que se ha admitido a trámite en el Juzgado de Instrucción nº 3 de Torrevieja. El denunciado está citado a declarar el próximo 15 de diciembre.

En la denuncia reclaman que se depuren las responsabilidades penales y civiles de la actuación de este agente, ahora en otro destino, «ya que quedó demostrado judicialmente que las acusaciones de los delitos imputados por del ex agente que prestaba servicio en comisión de servicio en Rojales, no eran ciertas, pues de haberlo sido la causa abierta contra ellos no se habría archivado», según el letrado José Pedro González que es el mismo abogado que se ocupó de la defensa de estos agentes en su día.

El letrado indica que con esta denuncia se pretende exigir la responsabilidad en que las que el denunciado «pudiera haber incurrido, toda vez que las graves acusaciones vertidas por esta persona, tuvieron un amplio eco en todos los medios de comunicación locales, que el mismo agente», que ahora declarará como imputado se encargó, según las mismas fuentes «de difundir antes de presentar la denuncia, afectando de forma grave y perjudicial tanto a la vida personal y familiar de los afectados, como a la reputación profesional de los mismos, así como al buen nombre de la Policía Local de Rojales».

Temeraria

El ahora denunciado realizó estas acusaciones en un momento en el que existía un conflicto interno en el seno de la plantilla local. Entre otros hechos que el denunciado no pudo probar en sede judicial, aseguró que esos compañeros realizaban conducción temeraria con los coches patrullas y con ingesta de alcohol y hacían valer su autoridad para obtener ventajas en comercios.

Un relato que ese agente solo llevó al juzgado una vez tuvo amplia repercusión en los medios de comunicación. Al menos uno de los agentes sobre los que recayó esta acusación tuvo que recibir tratamiento psicológico durante varios meses.