El pleno de ayer quizá haya abierto un tiempo nuevo en el Ayuntamiento o quizá, con las elecciones nacionales a la vuelta de la esquina -todo se verá-, nadie quería salir muy retratado. Lo cierto es que en los corrillos la frase de «están de buen rollo» o «es una sesión en paz y armonía» rivalizaban.
Pepa Ferrando fue la portavoz de una buena parte de los concejales que piensan como ella pero nadie se atreve a «dar la cara». El asunto no es otro que cuándo se deben celebrar los plenos: mañanas o tardes. Ayer, a las 5 en punto, había seis espectadores. Por si fuera poco, el PP llegó tarde a su estrado; concretamente, ocho minutos una extraña virtud que, parece, acompaña al alcalde Bascuñana, en todos sus actos. Ferrando, quien tildó algunos momentos de anteriores sesiones de «frikis», no obtuvo apoyos y eso que hace ocho días el alcalde convocó a todos los portavoces para, precisamente, plantearle mejoras en las sesiones por escrito y cambio horario.
La portavoz de Foro perdió sus dos mociones y la segunda, estando en Orihuela, era a tener en cuenta: Obligar al alcalde a nombrar pedáneos y, aunque pueda tener razón en el fondo, porque Orihuela tiene 27 pedanías, muchas a más de 20 kilómetros del casco urbano y necesitan un interlocutor válido a sus demandas, lo cierto y verdad es que su propuesta abrió la caja de pandora porque nadie estaba de acuerdo. De hecho, Juan Ignacio López-Bas le dijo que si el alcalde seguía si designar -aún no ha nombrado ni a la mitad y ni quiso dar explicaciones hace once días a la ejecutiva del PP- pues ¡mejor que mejor!. No se sabe si el portavoz quiso confundir al alcalde pero acuñó la siguiente frase: «No le dé pistas al alcalde ni le diga lo que tiene que hacer. No le ponga el camino más fácil. El pedáneo no sirve a los vecinos ni a la pedanía, sirve al alcalde». Vamos, que mientras no haya, mejor para el resto de formaciones. Por cierto, Víctor Valverde (PP) tuvo una difícil intervención para defender que no se hayan nombrado y lo hizo bien, lo cual no erá fácil porque ha sido pedáneo (La Aparecida) y asesor de pedanías. Ferrando no dejó pasar su oportunidad para criticar que ahora defienda, precisamente, lo contrario.
El pleno volvió a dejar algunas frases y anécdotas curiosas, como la risa contagiosa de Marta Guillén -quien parece algunas veces que está como en una nube- cuando se paró a pensar la frase que había dicho y se echó a reír recordando su infancia y lo que había dicho. Bascuñana le dedicó a Ferrando una nueva expresión: «No sea pretenciosa, ni usted ni nadie me marca los tiempos». Paco Sáez (PP) dijo un «Orihuela tiene un ataque de culturismo». La portavoz de Foro, que se refirió ayer a los asesores sin empacho, recordando cuándo a Mónica Lorente la acusaban de tener una en Santoña para que le trajera anchoas, dijo: «Los asesores son pagos por favores políticos». Rafael Almagro (PP) le dijo a Ferrando pocas palabras pero que todos entendieron: «asesores, facturas, turismo».
El grupo popular presentaba dos mociones y, aunque una de ellas parecía blanca como la nieve: ¿quién iba a votar en contra de que los usuarios del Hospital Vega Baja tengan una cama por habitación? El asunto se torció después de que la socialista Mari Carmen Moreno explicara su experiencia como trabajadora del citado centro sanitario que, casualmente, hasta las municipales, estaba bajo la dirección del alcalde. A Bascuñana no le gustó nada y salió a defender su gestión al frente del hospital público. Ahí se acabó el buen rollo del pleno. M. A.
