Casi cinco meses después de asumir la Generalitat, el nuevo gobierno autonómico no ha tomado formalmente las riendas y supervisión de la concesión del departamento de salud de Torrevieja, gestionado por una concesión privada. Para ello debe designar a un comisionado, un encargado directo de supervisar que se cumple el pliego de la contrata y de convocar y renovar al Consejo de Salud, entidad que da voz a los representantes de todos los ayuntamientos, a los que da cobertura el departamento, entre otras entidades ciudadanas.
El comisionado del Consell sigue siendo el mismo en el caso de Torrevieja, José Manuel Botella, designado a dedo por el gobierno autonómico bajo mandato del PP, dos años antes de que se pusiera en marcha el centro sanitario en 2007, cuando se fraguó para Torrevieja y su zona de influencia la concesión administrativa, siguiendo la estela de gestión público privada del «Modelo Alzira».
Según fuentes de la Generalitat, antes de abordar el relevo se está llevando a cabo una auditoría de la concesión de Torrevieja -y de las otras cuatro que funcionan en la Comunidad- para comprobar que se cumplen los requisitos del pliego de condiciones. Incluso se está hablando de revertir la concesión al sistema público en caso de hallar anomalías graves; aunque en la mayoría de los casos Sanidad indica que es una determinación que se adoptará en todas las concesiones en el momento que cumplan su periodo de explotación. En el caso de Torrevieja faltan seis años. El departamento de la consellera Carmen Montón asegura que en estos 15 años de privatizaciones «nadie» se ha preocupado por supervisar «aspectos tan fundamentales y de tanta importancia» como «la asistencia que se presta en los centros gestionados de manera indirecta».
La Conselleria dijo a finales de octubre que algunas concesiones «no habían hecho liquidación de las cuentas desde 2009», sin especificar a qué contratas se refería.
Las mismas fuentes mantienen que se ha elaborado una hoja de ruta común para esos cinco comisionados de Sanitat con las directrices que deben seguir en su tarea inspectora y de supervisión de la gestión de las empresas concesionarias y que deberán controlar de «forma rigurosa, junto con la dirección general, el cumplimiento de los pliegos de condiciones de los contratos de las concesiones», algo que aseguran.
La Generalitat asegura que se redefinirán las funciones de este cargo y se reestructurará el personal que tendrán a su cargo». Además se están realizando otras tareas como la revisión de las actas de las reuniones entre Conselleria y las concesionarias o las cuentas anuales de las empresas. Además, se publicarán los contratos en el Portal de Transparencia.
Auditoría
En este sentido, la Conselleria asegura que ya se ha realizado una auditoría de infraestructuras e inversiones que ha permitido establecer «una primera foto fija» de cuál es la situación en los cinco departamentos de salud gestionados por concesiones administrativas, entre ellos el de Torrevieja, que cubre además a Orihuela Costa, Guardamar del Segura, Rojales, San Miguel de Salinas y Pilar de la Horadada entre otras poblaciones. También se ha iniciado la supervisión de la calidad asistencial que están recibiendo los ciudadanos en estos departamentos.
La gerencia del departamento, con participación mayoritaria de la empresa norteamericana Centinel y Ribera Salud, no tiene constancia de que Sanidad haya dado instrucciones distintas a las habituales durante estos cinco meses o se esté realizando un seguimiento especial de las cuentas. Se remiten los datos de gestión habituales y periódicos como se ha hecho en los últimos 9 años. Periodo en el cual la actividad pública de la supervisión que ha realizado el comisionado elegido por la administración del PP, José Manuel Botella, ha brillado por su ausencia, más allá de su presencia casi testimonial presidiendo consejos de salud.