El Sindicato Sipol ha advertido de las graves limitaciones materiales a las que se enfrentan a diario los más de 160 agentes de la Policía Local a la hora de realizar su trabajo a raíz de la caída de un falso techo en las dependencias que utilizaba el Grupo de Refuerzo Operativo como sede en el centro de Torrevieja hasta la semana pasada. Este sindicato asegura que la jefatura central en el acceso de Torrevieja fue concebida para el trabajo de unos 50 agentes en varios turnos y no para la plantilla actual. Los policías explican que el edificio carece de zona fría en la que manipular las armas -un habitáculo concebido especialmente para manejarlas reduciendo al mínimo el peligro-. De hecho, las armas se depositan en una zona de paso de funcionarios.

Además no existe una control específico de acceso a todo el retén que impida la entrada de cualquier persona del exterior -si existe un control en el vallado exterior-. Según la misma fuente no hay efectivos destinados al depósito carcelario y «el olor en los vestuarios es insoportable, tanto para los detenidos como para los propios policías cuando hace un poco de levante» y hay un par de arrestados.

Los medios con los que desarrollan su labor los agentes a diario también dejan mucho que desear, según Sipol. De las 20 motocicletas disponibles solo se pueden utilizar cuatro. El resto presenta graves deficiencias «que impiden su funcionamiento», Algunas pasan de los 15 años de antigüedad. El Ayuntamiento sí renovó la flota de coches patrulla durante el anterior mandato.

Derrumbe

Se han facilitado chalecos antibala en los últimos meses tal y como habían requerido los sindicatos, pero no son suficientes para todos los efectivos, en especial las componentes femeninas del cuerpo. «Hay una dejación de funciones por parte de la jefatura», en este sentido. Sobre el derrumbe del falso techo de la sede del GRO el sindicato especifica que este mismo mes de septiembre los agentes alertaron de unas deficiencias que ya se remarcaron desde el primer momento en el que ocuparon la estancia a finales de 2014. Ni en ese momento ni este año la jefatura respondió a esas indicaciones.

El sindicato indica que «solo la casualidad quiso que en ese momento no hubiera funcionarios trabajando y que hoy no tengamos que lamentar alguna lesión o algo peor en policías o ciudadanos». El alcalde ordenó la clausura inmediata de la oficina tras el accidente.