Llevo tiempo sin escribir de política y, aunque me prometí no hacerlo con la asiduidad de antes -me gusta más lo social-, creo que ha llegado una de esas ocasiones en las que, como se dice en la huerta, viene «al pelo». Voy a probarme para ver cómo queda la cosa, porque el personal -abnegados lectores a los que les gusta la «política ficción»- demanda comentarios sobre cómo van las cosas por la Casona de la Esquina del Pavo, que, por cierto, cada día se parece más a una corrala (patio de vecinos) en la que «radio-patio» funciona de puta madre para poner a caer de un burro al vecino y, ¡ya que estamos!, al «amiguete». Lo gracioso es que nadie se da por aludido y mira para otro lado, porque «mientras las hostias y collejas se las den a otro a mí me dejan tranquilo» y, como me dijo el otro día un concejal: «Me parto, me mondo y me hago zumo de naranja». ¡«Pa» mearse y no echar gota!.

Dicen -incluso se ha publicado- que «PSOE, Ciudadanos y Cambiemos negocian juntos por primera vez». Es así, pero -sin pretender desmentir a nadie- no es del todo cierto, puesto que, según mis fuentes, «al chiguito» -así se llama en los círculos palaciegos a Karlos- «se le está dando más cariño» y no es la primera vez que se reúnen. El «desfloramiento» hace tiempo que se viene pergeñando/preparando. ¡Joder, el cariño/amor que Bascuñana no le da a López-Bas, éste se lo regala al chaval!. ¡Y no me parece mal porque nada es para siempre y, además, la alternancia ayuda a no perpetuarse en los sillones. Mi garganta profunda -que no suele fallar y normalmente me tiene bien informado, aunque yo suelo poner en cuarentena lo que me cuenta- asegura que ha habido más reuniones, y al más alto nivel, para empezar a poner zancadillas y descabalgar a los «dueños del cortijo».

La historia, sin embargo, tiene un arranque más maquiavélico y enrevesado, lo que pasa es que -si es verdad lo que me cuentan- se ha querido desviar la atención metiendo por en medio a los de Cambiemos. Me aseguran que en el Cap i Casal (Valencia, para los no iniciados en la cultura del Tirant lo Blanc) están hasta el gorro de la forma de gestionar los respaldos que tienen los gavioteros para mantenerse a flote en el Palacete del Marquesado de Arneva. Un tal Vicente Betoret, por mandato de una tal Isabel Bonig, tiene el encargo de negociar con los «disidentes/díscolos/ninguneados» oriolanos para que se mantengan en la retaguardia hasta que se dé el pistoletazo de salida en la carrera a la presidencia «azulona» en Oleza. El Betoret en cuestión ha podido frenar, de momento, que 106 militantes peperos olezanos se dieran de baja en la formación azulona para, posteriormente, incorporase a las naranja de Rivera (nada que ver con el torero). Los valencianos han pedido prudencia y remiten a los «guerrilleros/incendiarios» de la Villa y Corte a que, por una parte, pase el 20D y, de otra, a que se convoque la asamblea local para elegir presidente. ¿Os va gustando la historia?.

Y a todo esto, los Ciudadanos de Rivera están metidos en el ajo. Alcántara y Tarancón -Zipi y Zape- no suelen dar puntadas sin hilo y me consta -les he visto- que comparten mesa y mantel, en un conocido restaurante de una no menos popular pedanía, para «valorar» los apoyos que tendrían ante un posible desembarco en «pepelandia». Me aseguran que los Ciudadanos están sopesando incorporarse al PP, pero esperarán a los resultados de las generales. ¿Y con qué intención?. Desde Valencia se dilataría la celebración de la asamblea local (abril-mayo'16) para que los «compadres» tengan la antigüedad necesaria para presentar candidatura, que estaría liderada por su «nomber one» (L-B), que arrastraría a unos 36 colegas y tendría el apoyo de los 106 «cabreaos» con «Bascu» y los suyos. ¿Lo pilláis?.

Sin embargo, siempre según «radio-patio», el sillón pepero en la sede del Puente del Rey tiene más pretendientes; a saber, además de «Bascu», el «bomberaso» Dámaso, quien se ha reunido con tirios y troyanos, tanto en la costa -viejas glorias- como con unos 15 miembros de la actual ejecutiva en un asador de San Francisco; el «number two», Sironi, que es el mejor valorado por los «jefasos» de Valensia, y -me quedé muerto cuando me lo dijeron- Mariola Rocamora -¡ésta en su derecho!; ¿o no?-. Muchos son los llamados para ver quién es el elegido.

Valencia sopesa la posibilidad de dar la alternativa a los Ciudadanos para mantener la vara, aunque, éstos han negociado con Carolina y Karlos, pero me soplan que no están por la labor de que la Gracia sea alcaldesa, merced a una moción para echar a Emilio. Es más, si esta propuesta se plantea -y es posible que sea así después de Navidades- apuesten por una Alcaldía con Juan Ignacio en el sillón, si es que se quiere cambiar de pastor, porque el rebaño sería el mismo. ¿No queríais política-ficción?; ¡pues ahí tenéis la primera entrega!. ¡O el PP soluciona sus problemas con C's o los RR.MM traerán carbón en forma de moción de censura!