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De Orihuela a Hollywood

El cineasta Pablo Riquelme ultima sus estudios de cine en Los Ángeles, donde ya ha realizado sus primeros trabajos como director

De Orihuela a Hollywood

Con tan solo 12 años, Pablo Riquelme (Orihuela, 1991) dio sus primeros pasos en el mundo del cine, con el rodaje de «La Noche del Monje» (2004) durante su estancia en el colegio Diocesano Santo Domingo. Aunque esta vez fue como actor, experiencia que repitió con la segunda parte del largometraje, muy pronto dio el salto detrás de las cámaras, donde siempre había querido estar.

Así, en 2009, tras realizar producciones menores en forma de cortometraje, Riquelme estrenó el que sería su primer trabajo, «La invasión de las babosas asesinas», aunque los oriolanos le recordarán más por su trabajo al frente de «Armengola. La Leyenda». La presentación del primer título en el Festival del Terror de Sitges fue determinante en su salto a Hollywood, con tan solo 17 años, pues «el director Jaume Collet-Serra me animó encarecidamente venirme a Los Ángeles. Hablé con mis padres sobre el asunto y decidimos que lo mejor era que estudiase una carrera en España antes de dar el gran salto».

Por tanto, tras sus estudios de Comunicación Audiovisual en la Ciudad de La Luz, durante los cuales estrenó dos nuevos trabajos, «Ciencia Ficción. La creatividad de un Artistas», con actores de renombre como Luis Larrodera, y «21 días con Julián Lara», llegó el turno de desarrollar su carrera en Hollywood, en la llamada Meca del Cine, por lo que en septiembre de 2014 se trasladó a California para cursar Dirección de Cine en la Universidad de Los Ángeles. Allí, y gracias a la experiencia adquirida en España, logró hacerse un pequeño hueco en una ciudad «en la que todo funciona por y para el cine», asegura el propio Riquelme. Y es precisamente esa intensa presencia del cine la que hace que «las productoras escuchen lo que les quieras vender, y después ya toman una decisión», mientras que en España, donde «no sabría si llamar a la industria del cine industria como tal, es muy complicado que una productora quiera escuchar tu idea».

Videoclips

Sus trabajos más destacados desde que llegó a Los Ángeles pasan por la dirección de los videos promocionales para la gira del cantante y modelo londinense Josh Beech, de la que asegura que «fue toda una experiencia trabajar con alguien del que he sido fan mucho tiempo». Por otro lado, afirma, «he escrito muchísimo. Procuro tener siempre conceptos, tratamientos o guiones guardados con los que poder moverme por las productoras de cine». Mientras tanto, «estoy terminando de escribir un largometraje que flirtea entre el terror y el thriller». «Empezaré en unos meses la pre-producción de mi nuevo cortometraje, que pese al título ("Heads will roll", rodarán cabezas), es mi primera comedia romántica con muchísimo humor negro. Cuando estudiaba Bachillerato mi profesora me preguntó por qué nunca escribía sobre el amor; "Heads will roll" es la respuesta», bromea. Otro de los proyectos que verá la luz este año es el cortometraje «Dead flowers», coproducido por el actor y presentador Luis Larrodera y que se rodó hace un año en la localidad de Cox, íntegramente en inglés. Paralelamente, Riquelme continuará su formación en EE UU, donde espera poder quedarse de forma permanente una vez finalice sus estudios. Sin embargo, Hollywood no es perfecto, y el cineasta asegura echar de menos, además de a su gente, su ciudad natal, Orihuela, «y la comida». «¡Ojalá pudiera ir al Bar Manolo a tomarme una caña, comerme una pella de mi abuela o una marinera murciana!», concluye.

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