Los documentos son recuerdos que nos sobreviven y que dan fe de quiénes fuimos, dónde vivimos o, como ha sido este caso, cómo era la España de la II República. Quizá por ello la familia de José Escudero haya aprovechando este momento y no otro para regalar a la Fundación Pablo Iglesia parte de la historia que conoció a través de los documentos que les dejó su abuelo. Su nieto, Francisco Escudero fue el portador de la documentación que hizo llegar a Alfonso Guerra, el presidente de este organismo, en nombre de su familia. Son más de 500 documentos históricos de la II República Española que su abuelo guardó como un tesoro de la España que le tocó vivir. Cartas, escritos, instancias y requerimientos oficiales del que fue gobernador civil de Salamanca, Granada o Zamora entre 1031 y 1033. Ahora serán digitalizados y catalogados.
El archivo incluye cartas de alcaldes de la provincia de Granada, escritos oficiales del ministro de Agricultura, Industria y Comercio en 1933, Marcelino Domingo, del director general de Seguridad ese año, Manuel Andrés Casaus, del ministro de Obras Públicas, Indalecio Prieto, del ministro de Justicia, Álvaro de Albornoz, del ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, Francisco Barnés Salinas, o de su antecesor en el cargo, Fernando de los Ríos, comunicados de UGT de Madrid, convocatorias y escritos del Comité Nacional del Partido Republicano Radical Socialista y solicitudes de asociaciones de diversa índole, todo ello con el año 1933 como fecha común denominador de la mayoría de los documentos, aunque alguno de ellos son de 1931.
Desde el punto de vista histórico, destaca especialmente un documento que hace referencia a la persecución que sufrieron en esa época los judíos de origen alemán que huían del régimen nazi y que se refugiaron en España. Se trata de un escrito de auxilio solicitado al gobernador Civil de Granada en agosto de 1933 por el rabino Friedmann, responsable de la Jefatura Espiritual de la Sinagoga Central de Israelitas de Barcelona. El documento recoge textualmente que «unos cuatro a cinco mil alemanes israelitas, huyendo de la persecución, se encuentran en Barcelona y muchos más todavía en el resto de España. Todos absolutamente desprovistos de toda clase de medios, careciendo ellos a menudo, o casi siempre, de un lecho para dormir y hasta pan seco y ropa para vestirse...».
El archivo incluye además escritos del vicecónsul de Alemania en Granada, de periódicos republicanos como La Mañana, de Zamora; o El Noroeste, órgano del Partido Republicano Radical Socialista de La Coruña; e incluso una carta de la Federación Española de Fútbol-Federación Regional Sur, con sede en Sevilla, alertando del riesgo de disturbios graves con motivo de un partido de fútbol. Se trata de un escrito de la Federación de Fútbol dirigido al gobernador de Granada avisando del riesgo en materia de orden público que puede suponer el partido entre el Recreativo de Granada y el Antequera FC, a celebrar en el campo del primero el 21 de mayo de 1933. Según se refleja en el documento, la rivalidad entre ambos clubes obliga a la Federación de Fútbol a pedir al Gobernador de Granada mayor número de fuerzas de orden público, por cuanto un periódico de la capital granadina calentó el ambiente diciendo: «El Antequera se lleve once ataúdes para los once jugadores de su equipo».
El archivo pasa a formar parte de los fondos custodiados por la Fundación Pablo Iglesias, que cuenta con tres millones de documentos históricos, 62.000 volúmenes bibliográficos, 8.100 títulos de hemeroteca, 30.000 imágenes.
