En una ciudad como Orihuela, donde tan importante es la política de gestos, el hecho de que ayer se sentaran por primera vez juntos tres grupos municipales a debatir cuestiones del día a día y que suman mayoría en el pleno (13 de 25 concejales): PSOE (ocho), Ciudadanos (tres) y Cambiemos Orihuela (dos) es cuando menos un aviso para el alcalde, Emilio Bascuñana (Partido Popular un 11 ediles), quien desde hace semanas no da «cariño» al portavoz de C's, Juan Ignacio López-Bas, tal y como este confesó a INFORMACIÓN en una entrevista hace dos semanas después de que el pasado mes de julio se comprometieran ambos a garantizar la gobernabilidad municipal.

El encuentro entre ambas formaciones se produce cuatro días después de que el regidor sentara a todos los grupos municipales en su despacho para debatir la introducción de una serie de mejoras en los plenos que pasaría por recortar el tiempo de las intervenciones, modificar los plazos de presentación de proposiciones y mociones o por volver a celebrar las sesiones por las mañanas -tal y como ha planteado en una iniciativa la portavoz de Foro Demócrata, Pepa Ferrando-. A estas tres formaciones les pareció insuficiente la propuesta por lo que le dijeron al alcalde que debía de producirse una modificación que afectara a más aspectos del reglamento del pleno. Viendo que no había mucha sintonía para que fuese así, ayer el grupo municipal socialista acogió la reunión. Al término de la misma, el PSOE hizo pública una nota en la que explican que ellos están por la labor de mejorar todo aquello que mejore los plenos, no sólo aquellas cuestiones que considere convenientes el equipo de gobierno. «Hemos llegado a un principio de acuerdo en la mayoría de puntos que hemos tratado y que trasladaremos el próximo lunes al PP con la voluntad de que el acuerdo sea lo más amplio posible». La situación obliga al alcalde y a su grupo a sumarse a la iniciativa -aunque no hayan contado con ellos para debatirla- u obtener un rechazo a las suyas.