Tanta participación y transparencia aprobada para la celebración de los plenos de Orihuela el pasado mandato ha traído consigo sesiones tediosas y aburridas, que superan con creces las seis horas de duración y que podrían acabar este año; y no sólo eso, también podrían pasar al horario matutino habida cuenta que va el mismo número de ciudadanos, aproximadamente, a unas y a otras, es el mismo y no generan mucho más interés. El alcalde, Emilio Bascuñana (PP) reunió el lunes en la Alcaldía al resto de grupos municipales (PSOE, Ciudadanos, Cambiemos y Foro) para intentar una serie de modificaciones con el objeto de acortar el tiempo de las intervenciones y devolver las sesiones al horario de las mañanas (a partir de las diez), según confirmó ayer este periódico. El regidor también sondeó hace un par de semanas a los periodistas tras comprobar que, a partir de las diez de la noche, el salón de plenos se queda prácticamente vacío y el debate, los planteamientos o la defensa de la gestión municipal se quedaba para que los escucharan las cuatro paredes del Palacio del Marqués de Arneva.

La propuesta surge días después de que la edil Pepa Ferrando presentara una iniciativa para devolver los plenos al horario matutino y decía una cosa muy curiosa: había notado que a medida que transcurría la sesión eran tratados con menos interés para ir acortando la duración. Bascuñana se ha cogido a esta iniciativa y el lunes planteó que sean por las mañanas pero los viernes y su idea de introducir una serie de recortes que necesitan cortar con el respaldo del pleno para que las exposiciones sean de 5 o no de 10 minutos y las segundas intervenciones pasen de 5 a 3.

El alcalde también planteó la posibilidad de que las mociones se presentes, al menos, tres días antes de la celebración del pleno para que puedan ser estudiadas por el equipo de gobierno, algo que no pasa y que Bascuñana ha criticado. Todo el encuentro fueron buenas palabras porque el PP está en minoría para sacar adelante cualquier de estas iniciativas.