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Adiós al edil de la moción de censura en Orihuela

Bob Houliston, quien dio voz a la costa 4 años, entrega a Pablo Piccio la presidencia de Claro

Adiós al edil de la moción de censura en Orihuela

Antes de las municipales del pasado mayo y se hubiera dado el resultado que se hubiera dado, Bob Houliston sabía que sus tiempos en la política finalizaban con 2015. Encabezó la lista de Claro (el Partido de la Costa) en mayo y por menos de 30 votos se quedó sin representación. Ayer este partido que nació de un movimiento vecinal en el litoral para dejarse oír en OrihuelaOrihuela y reclamar desde dentro mejoras para los más de 30.000 vecinos del litoral huérfanos de servicios esenciales, anunciaba su relevo en la presidencia por el empresario Pablo Piccio Hernández.

Su éxito estuvo unido al de la coalición que Claro presentó junto a CLr a las municipales pese a que el tiempo demostró que no tenían nada en común. Aquellos cuatro ediles que sumaron fueron un resultado insólito que ayudó, y mucho, a desalojar al PP de la Alcaldía de Orihuela después de más de dos décadas y cuando la corrupción hacía más mella en una ciudad eminentemente conservadora.

Lo cierto y verdad es que en cuatro años pocas mejoras obtuvo para el litoral desde dentro del Ayuntamiento. Tuvo que tragar con la venta de terreno público en la costa para construir más casas porque con el dinero de esas subastas se iban a financiar proyectos (comenzando por la remodelación de Los Andenes) que, al fin y a la postre, nunca se llevaron a cabo. Vio cómo sus socios lo echaban del grupo municipal al poco de comenzar el mandato y, más tarde, decidió abandonar el equipo de gobierno, dejándolo en minoría, una situación con la que tuvo que resistir tres años el alcalde, Monserrate Guillén (Los Verdes). Precisamente su relación con el ecologista es de lo más curioso de esos cuatro años. Rompió la disciplina de voto para sumarse al equipo de gobierno cuando CLr no lo hizo y después de abandonar el ejecutivo local apoyó en innumerables ocasiones al PP de Mónica Lorente hasta hacer ingobernable la ciudad: el equipo de gobierno perdía todas las votaciones en el pleno y los populares o Claro las ganaban pero no se ejecutaban.

Pero de todo por lo que se le recordará a este diplomático inglés es de haber evitado una moción de censura el 3 de enero de 2013. Aquel día y pese a todo lo que aquí se ha contado, mantuvo a Guillén en la Alcaldía al levantar la sesión como presidente de la mesa de edad sin permitir que el PP y CLr votaran a Pepa Ferrando como nueva alcaldesa. Allí se acabó para él un mandato en el que visitó más de lo que hubiera deseado los juzgados y en el que ha aprendió qué es la política.

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