El presidente del Consorcio de Residuos de la Vega Baja, Manuel Pineda, justificó que durante el primer mes al frente de ese ente no se hayan tomado decisiones para ubicar una planta de transferencia de basuras debido a la necesidad de conocer primero en qué estado económico y jurídico se encuentra el Consorcio. En este sentido, acusó de «cínico» al coordinador del PP en la Vega Baja, Adrián Ballester, y dijo que «los últimos diez años en los que el PP ha llevado las riendas del Consorcio sólo han servido para tomar decisiones que han alentado la aparición de tramas de corrupción asentadas en la basura».

Pineda explicó que «la primera medida adoptada por el Consorcio ha sido la de tratar de averiguar en qué punto se encuentra, tanto desde el punto de vista jurídico como económico para poder ofrecer a los ciudadanos una radiografía certera de cómo están las cosas, toda vez que ha quedado probado que el Plan Zonal que funcionó hasta el final de la pasada legislatura estuvo trufado de redes corruptas vinculadas al PP que aún investiga la Justicia».

El socialista prosiguió que el anterior procedimiento «está plagado de denuncias, contradenuncias y recursos contencioso-administrativos que llevan años emponzoñando la resolución al Plan Zonal» y dijo que «no permitirá que ocurra ahora como en la última década en la que cualquier decisión política, e incluso técnica, estaba aderezada con un punto de sospecha de presuntas corruptelas que aún están por dilucidar».

Manuel Pineda manifestó su compromiso por desarrollar un trabajo «serio, riguroso, limpio y perfectamente ajustado a la legalidad y a la transparencia en la que los socialistas creemos a pies juntillas», concluyó.