Días después de que la expresión «Orihuela, patrimonio de la humanidad» haya sido utilizada por varios concejales del equipo de gobierno como un proyecto de futuro ante la Unesco, que buenamente podría ser una realidad este mandato, las calles de la ciudad siguen almacenando vallas junto a fachadas con historia como la única advertencia de que muchos edificios nobles se han convertido en una ruina de la que nada escapa. La imagen que traemos hoy lleva un mes en esta situación junto a la Plaza de Santa Lucía.