La segunda edición de la carrera bautizada como «La cagá del águila» reunió ayer a un gran número de corredores en un recorrido poco habitual y mucho más costoso para los deportistas, que abandonaros el suelo llano para realizar esta marcha de montaña hasta lo más alto del municipio. Allí, la carrera hace honor a su nombre, pues desde lo alto de la sierra de Redován puede verse no solo la localidad, sino gran parte de la comarca a vista de pájaro. El camino no fue fácil, pues los atletas tuvieron que recorrer una distancia de once kilómetros y medio hasta llegar a la meta. Además, durante todo el trayecto, salvaron un desnivel de 1.000 metros, lo que sin duda confirma que se trata de una prueba no apta para personas con baja forma física. De hecho, paralelo a la carrera, se realizó una marcha, que partió una hora antes de la competición, para que todos los vecinos y visitantes pudiesen disfrutar de la competición.

Más de una hora y media tardó el primero de los cerca de 130 participantes en la carrera en llegar a la meta. Fue el caso de Francisco Villagordo, quien completó el recorrido en una hora, 23 minutos y 58 segundos. Los atletas comenzaron, a partir de ese momento, a llegar con cuentagotas. Apenas un minuto después llegaba el segundo clasificado, Javi Rufete, mientras que el tercer puesto fue para Jesús Cerdá, del Club de Montaña de Redován, quien completó el recorrido en una hora, 35 minutos y 46 segundos.