Cuatro familias de Callosa de Segura han sido desalojadas de sus viviendas, ubicadas en la Calle Salitre, al detectar que están sufriendo daños estructurales que amenazan la estabilidad de los inmuebles. La situación viene provocada por una gran bolsa de agua que se ha detectado bajo la calzada. Por ahora se desconoce su origen, pero su efecto ha generado la aparición de grandes grietas sobre los edificios y el hundimiento de la carretera. Sobre el terreno se está realizando un estudio geotécnico para tratar de localizar la causa de esa acumulación de agua. La calle ha sido cerrada al tráfico de vehículos por seguridad.

El alcalde de la localidad, Fran Maciá, y la edil de Urbanismo, Susi Miralles, informaron ayer que se ha iniciado un procedimiento para dirimir la responsabilidad patrimonial de todo este asunto. El gobierno municipal baraja la hipótesis de que el problema puede haber surgido por tres causas. Una de ellas es la obra de reforma que se ejecutó sobre ese vial durante la pasada legislatura a través de una subvención de la Diputación de Alicante. Otra podría ser una fuga en la red de alcantarillado del municipio, gestionada por la empresa Aqualia. En tercer lugar, existe la posibilidad de que se haya producido una rotura en un conducto que pasa por debajo de la calle y que pertenece a la Mancomunidad de Canales del Taibilla. El consistorio ha contactado con esas dos entidades y con la mercantil para informarles del problema que está ocurriendo y ninguna de ellas ha querido interesarse por la situación ni ha aportado soluciones.

Resultados en 10 días

Por este motivo, se ha adjudicado mediante un proceso de urgencia un estudio geotécnico para tratar de localizar el foco que ha creado esa gran bolsa de agua. Ese trabajo costará cerca de 2.000 euros y se espera que en un plazo de 10 días se tengan los resultados. Los técnicos encargados de realizarlo han hecho ya perforaciones de 12 metros de profundidad para tratar de calcular el volumen de agua que se ha acumulado y localizar la fuga.

Si una vez que se detecte el foco del problema los responsables no toman parte, lo hará el Ayuntamiento y reclamará después por las vía administrativa o judicial.

«Esperamos que con estos sondeos se pueda averiguar qué ocurre en el suelo y ver qué solución se le puede dar», dijo Miralles. El alcalde apuntó que, de igual forma, se tratará de averiguar el grado de afección que han sufrido las propiedades y aseguró que se está realizando un seguimiento cada pocos días para determinar si los daños sobre las viviendas van a más.

En paralelo, el Ayuntamiento ha enviado cartas a todos los vecinos afectados exponiendo la situación así como a los negocios que ejercen su actividad en este vial para pedirles que tengan paciencia. Los callosinos que han sido desalojados no han solicitado por ahora ayuda al Ayuntamiento y han encontrado alternativas de vivienda por sus propios medios, aunque el alcalde señaló que si alguno precisara ayuda se podrían valorar distintas posibilidades.

Por el momento la carretera de la calle Salitre continuará cerrada al tráfico y los conductores están siendo desviados por calles secundarias. El vial afectado es uno de los que más tráfico soporta del municipio ya que es utilizado como una de las principales entradas y salidas a la localidad en dirección Orihuela por la CV-900 y que conecta asimismo con la circunvalación que deriva a otros municipios cercanos y al Hospital Vega Baja.