El presidente del Consorcio de Residuos de la Vega Baja, Manuel Pineda, ofrecerá a la Generalitat desatascar la situación de las basuras de la comarca abriendo una planta de transferencia de residuos en Almoradí, supeditada a que se habilite otra en la zona costera, casi con toda probabilidad en Torrevieja. Pineda expondrá esta solución al Consell durante una reunión que mantendrá en Valencia esta semana en la que pondrá sobre la mesa que, hasta ahora, no ha encontrado otra alternativa para tratar de acelerar este proceso. Si esa propuesta no sale adelante, el ente consorciado concretará un mapa de posibles ubicaciones para esa instalación y se abrirá un concurso público para recibir propuestas, aunque esta segunda opción retrasaría el trámite.

Pineda reconoció ayer que durante su primer mes al frente del Consorcio apenas se ha avanzado nada en la ordenación de las basuras de la Vega Baja para conseguir que la comarca pueda autogestionar sus desechos o, al menos, ordenar el traslado de los desperdicios a otros vertederos de la provincia. Aunque Almoradí suena como uno de los principales candidatos a acoger esa planta de transferencia, lo cierto es que se sabe más bien poco acerca de ese planteamiento porque el gobierno local (PSOE e IU) mantiene en secreto la ubicación exacta de la parcela en la que se instalaría esta infraestructura. Tras reconocer que se estaba negociando ubicar esa planta en el polígono industrial, los empresarios y la oposición del PP mostraron su firme rechazo, lo que obligó al alcalde a rectificar y desde entonces no se ha dado ninguna explicación más.

Beneficios

Fuentes del gobierno de Almoradí aseguraron ayer que ese ofrecimiento está supeditado a que se creen otras plantas de transferencia de residuos en la comarca y a conocer de antemano qué beneficios tendría la población por acoger las basuras. Y nada de eso se sabe hasta ahora, por lo que se espera que en la reunión que mantendrá Pineda en Valencia se despejen algunas de esas dudas.

Sensación

Lo cierto es que da la sensación de que ni el propio presidente del Consorcio sabe muy bien qué hacer con este tema porque en apenas un mes ha propuesto diferentes opciones -incluso que el vertedero de Elche actuara como planta de transferencia- y ninguna de ellas ha acabado por materializarse. A preguntas de este diario, Pineda admitía ayer que durante estas semanas se ha dedicado a «realizar un diagnóstico de la situación del Consorcio». Nada más.

Mientras tanto, la Generalitat sigue urgiendo al Consorcio unas soluciones que no llegan. Cuando se constituyó el Consorcio de Residuos el director de Calidad Ambiental, Julià Álvaro, exigió que se encontrara una solución para la planta en un mes, tiempo que ha transcurrido sin novedades. Es por ello que Pineda se presentará el jueves en la Conselleria con la propuesta de Almoradí, el único municipio que de manera formal ha expresado su voluntad de gestionar una planta tras mantener una reunión con el presidente del Consorcio. «Si la Generalitat me dice que sí a la propuesta de Almoradí, entonces habría que buscar ubicación a la segunda planta, que por cuestión de volumen de desechos debería de estar en la costa», consideró Pineda.