Parte de la arena y la orilla de la playa del Acequión, a la altura de los edificios Navamares continúa con restos de cristales de los balcones arrasados por la fuerza del viento el pasado tres de noviembre a primera hora. El temporal dañó 16 viviendas en esos inmuebles y el material -ventanas, cristales, estructuras de aluminio y persianas- cayó sobre la calle y la playa, en ese momento con el agua del mar tocando la acera de los edificios. Vecinos del barrio se han dirigido a INFORMACIÓN para advertir de la presencia de estos cristales, que están retirando como pueden ellos mismos, y pedir al Ayuntamiento, que en la medida de lo posible realice una limpieza a fondo.

El fuerte temporal de levante sobresaltó a la ciudadanía, siendo especialmente notorio en esta zona del Acequión. Especialmente llamativos son los daños al final de la calle Beniel, pocos metros después de su intersección con la Avenida Gregorio Marañón, ya que permanece acordonado un tramo de acera tras los importantes desperfectos que sufrió el r restaurante «El Chiringuito», cerrado hace años y ubicado en uno de los bajos del edificio situado en primera línea. Gran parte de las ventanas de este local se rompieron, y también hay muchos desconchones de la pared, junto a la cual hay una escalinata de dominio público en la que continúan trozos de cristales que no han sido retirados y que ocasionan un peligro de corte para los bañistas y vecinos, muchos de ellos jubilados, que acuden a las inmediaciones a disfrutar de su tiempo de esparcimiento. Se trata de una zona de frecuente paso de vecinos, en muchos casos acompañados de mascotas, en especial durante estas jornadas en los que el frío no se está dejando notar. El Ayuntamiento realiza una limpieza periódica de la playa.