Cerca de 300 corredores disputaron ayer una de las pruebas más consolidadas en Orihuela y de mayor dificultad deportiva para sus participantes: la subida a la Cruz de la Muela. Una competición, OriMuela, que arrancó ayer por la mañana desde la urbanización de Montepinar rumbo a la cima de la montaña más popular de la ciudad, y solo apta para aquellos que gocen de una buena forma física. Y es que, como señalaban ayer algunos vecinos y participantes, si realizar la subida a pie no es fácil, dada la elevación del terreno, competir por ser el primero en llegar a la meta es aún mucho más complicado.

Y es que no se trata de una carrera de atletismo convencional, sino que de trata de atletismo de montaña. Una carrera al aire libre entre pinares y rocas con una inclinación media del 16%, con tramos que superaron el 50%, por lo que la subida fue dura en algunos puntos. La cima de la montaña cuenta con una altitud de 439 metros, mientras que el polideportivo de Montepinar, desde donde partió la prueba, cuenta con una altitud de 61 metros, por lo que los deportistas tuvieron que ascender 378 metros en los casi cinco kilómetros de recorrido hasta lo alto de la montaña.