Decenas de personas visitaron ayer el Campanario de la Catedral de Orihuela, un hito que no sucedía desde 2008 y que ayer se produjo dentro de una jornada de actividad comercial y cultural organizada por el Ayuntamiento en colaboración con el Obispado. La visita se tenía que concertar los días anteriores pero para muchos de los que ayer se acercaron a conocer uno de los secretos de la seo oriolana la ascensión no defraudó ni las explicaciones de una torre, construida en dos épocas distintas, que llegó a albergar un calabozo. Al final el premio era observar la ciudad por encima de ella. Los móviles echaron humo.