La futura estación ferroviaria de Callosa de Segura va cogiendo forma. Durante las últimas semanas las empresas contratadas por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) han instalado las vigas que conformarán el apeadero de trenes sobre el viaducto por el que discurre el trazado, y ya se puede ver incluso la estructura sobre la que se colocarán los techados bajo los que los viajeros aguardarán la llegada de los convoyes de Cercanías. Así, la obra del AVE avanza pero lo hace a espaldas del Ayuntamiento, que sabe que las obras finalizarán en pocos meses pero todavía no ha conseguido reunirse con los administradores de Adif para conocer cómo quedará el acceso a los andenes o si se indemnizará a los propietarios de las casas que aseguran haber sufrido desperfectos por las obras.
El alcalde de Callosa de Segura, Fran Maciá, aseguró ayer que desde el consistorio se solicitó ala dirección de obra del tramo que realiza el proyecto en Callosa de Segura permiso para poder realizar una visita a la zona y conocer detalles sobre el estado de ejecución de la infraestructura, así como los plazos aproximados para su finalización.
«Desde la dirección de obra nos remitieron a la dirección general de Adif para solicitar ese permiso de visita argumentando que la empresa no estaba autorizada para gestionarlo», aseguró Maciá. Así, el Ayuntamiento solicitó hace más de dos meses a Adif tanto el permiso para ver in situ la obra como una reunión para tratar el tema de las viviendas afectadas y el planeamiento urbanístico que acompaña al AVE a su paso por el municipio. «Esta petición está siendo reiterada semanalmente, pero alegando continuos retrasos por problemas de agenda».
A medias
Uno de las disconformidades del equipo de gobierno con respecto a la obra son los accesos para vehículos y peatones que está ejecutando la empresa constructora. La nueva estación se encuentra emplazada en una zona de huerta ubicada entre el término de Callosa y la vecina localidad de Cox. El tramo comprende una acera para que los pasajeros puedan desplazarse andando hasta esta zona que, en principio ya está ejecutada. El problema es que sólo se ha construido un tramo y no se extiende hasta el núcleo urbano, por lo que los pasajeros tendrían que realizar parte del recorrido por la orilla de la carretera, lo que supone un evidente peligro teniendo en cuenta la falta de iluminación por la noche y la escasa visibilidad en algunas de las curvas.
Mientras tanto, los propietarios de algunas viviendas emplazadas junto al paraje de la Cueva Ahumada, en Ciudad Jardín, donde se ubica una de las bocas del túnel, siguen reclamando partidas presupuestarias para arreglar los desperfectos que han sufrido sus inmuebles. Otro de los asuntos que no está claro es qué pasará con la antigua estación y con el trazado ferroviario que quedará desmantelado, siendo ambas propiedades de Adif. Aunque el anterior gobierno municipal anunció que había entablado negociaciones para conseguir que el edificio y los terrenos se cedieran a la localidad para crear un posible museo y una vía verde, lo cierto es que no se llegó a firmar ningún acuerdo y todo ese proyecto sigue en el aire.
Según Maciá, de la observación realizada por los técnicos municipales se desprende que las obras del tramo en cuanto a obra civil y la estación están en su fase final, aunque no tienen ninguna comunicación oficial sobre ello. «Seguiremos reclamando y esperamos que nos reciban a la mayor brevedad», sentenció el regidor.
