El alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana (Partido Popular), está negociando la adquisición de un edificio entero, en la calle Pintor Agrasot, para la ampliación de dependencias municipales o, mejor, para trasladar algunas, caso de Urbanismo, que se encuentran en una situación insostenible desde hace años, con expedientes incluso de Trabajo por las precarias condiciones laborales de los empleados. El inmueble, la tienda Ornato, uno de los más conocidos de Orihuela, se encuentra cerrado desde hace algunos años por la jubilación de los dos propietarios y, a priori, el objetivo del regidor sería firmar un contrato por un periodo de diez años con opción a compra, según la información recabada por este diario.

El inmueble tiene una superficie de 2.728,18 metros cuadrados y cuenta con seis plantas distintas, incluyendo cuatro alturas, ático y sobreático, cinco de ellas de alrededor de 500 metros cuadrados cada una que permitiría desahogar, y mucho, las dependencias municipales. Entre los problemas con los que se puede encontrar el regidor para concluir la operación uno es la reticencia de buena parte de los funcionarios porque las instalaciones se trasladarían a otro punto de Orihuela sin prácticamente opciones de aparcamiento.

La negociación del alcalde ha causado sorpresa, incluso entre algunos de sus concejales, porque Bascuñana también está negociando desde comienzos del mandato con la Conselleria de Justicia otro edificio, todavía más grande, como son los antiguos juzgados que, además, se encuentran a menos de cien metros del Palacio del Marqués de Arneva, sede consistorial. Esta operación supondría cobrar a la Generalitat parte de lo que Orihuela tuvo que pagar por la construcción de los actuales juzgados, además de incluirse este inmueble en el acuerdo. El hecho de que esté buscando otro edificio da que pensar que esta negociación no es fácil o no va bien.