La Consejería de Medio Ambiente informó ayer de la retirada de más de 500 toneladas de lixiviados en el vertedero de Proambiente, en el término municipal de Abanilla por sus «posibles riesgos y peligros para la salud y el medio ambiente». Los trabajos comenzaron el 9 de octubre tras el cierre de la actividad, mientras que se desconoce qué va a pasar con los que hay en Orihuela ya que la Generalitat no se ha pronunciado. Los lixiviados se han mandado a un gestor autorizado y todo pagado con el aval que puso la empresa como garantía de que iba a limpiarlo todo.

La autorización a Proambiente se revocó el 25 de septiembre para la ampliación del vaso 3. El 7 de octubre se resolvió la ejecución forzosa subsidiaria, por parte de la Administración del proyecto de restauración, que se realizará con cargo a la empresa Proambiente.

Consejería avanzó que hoy dará cuenta al Consejo de Gobierno de la Orden de 8 de octubre, por la que se declara de emergencia diversas tareas a realizar durante los siguientes dos meses en el vertedero «para eliminar los riesgos que habían sido constatados».