La posible explicación científica a los importantes daños materiales que se produjeron sobre las seis de la mañana del lunes en una zona tan concreta como los edificios Navamares en primera línea de la playa del Acequión -y no en el resto de los que estaban al lado- es la intervención de una manga o manguera marina. El equivalente a un tornado en tierra. Torrevieja sufrió los efectos de este mismo fenómeno en abril de 1958, cuando otra manga destrozó la cubierta del bar La Marina y arrancó de cuajo tejados y árboles.

El lunes se llevó por delante estructuras de aluminio, ventanas y puertas. El viento provocó daños en 16 pisos y los cascotes daños en vehículos. Muy cerca cinco árboles sucumbieron a las rachas de viento. D. P.