El regadío tradicional de la Vega Baja (30.000 agricultores y 20.000 hectáreas de superficie) desconvocó ayer la movilización que tenía previsto llevar a cabo en Murcia, ante la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) el próximo día 19 de noviembre, tras conocer por el Gobierno que con o sin su protesta los pozos de sequía de la Vega Media se iban a cerrar en diciembre y eso era una decisión prevista desde el mismo día que se decidió reabrirlos y hasta que dieran un número de hectómetros previstos, ni uno más. Es decir, lograron convencerlos de que no tiene sentido una movilización que cree más tensiones cuando la decisión estaba tomada, al tiempo que les reconocieron que ante medidas excepcionales que se adopten en la cuenca a partir de ahora se contará con la opinión de los usuarios, algo que no se había hecho hasta ahora y que ellos reclamaban, especialmente por parte del presidente de la CHS, Miguel Ángel Ródenas, que ni les contestaba.

Desde que los huertanos de la Vega Baja estallaron contra el Gobierno y contra la CHS, el Partido Popular (PP), al que todos veían con el culpable de esta decisión, ha sabido gestionar una crisis en un territorio tan sensible y conservador como es la Vega y darle la vuelta al punto de que ayer los regantes terminaron echándole flores y no sólo a ellos, también al PSOE que desde el primer momento sí se puso a su lado. El hecho de que el pasado sábado pudieran entrevistarse con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en su visita a la provincia de la mano de José Císcar y Eva Ortiz, hasta la reunión del jueves con el secretario de Estado de Medio Ambiente, Pablo Saavedra, todo ha terminado por ir como la seda con un colectivo, el de los regantes, que pide poco: sólo que los escuchen (no ya que les hagan caso) y les han oído.

Manuel Larrosa y José Gómez, juez de Aguas de Orihuela y presidente del Sindicato de Catral, trasladaron ayer en el juzgado de Aguas oriolano lo que les habían dicho el jueves en la reunión de Madrid, a la que no faltaron tampoco Ródenas y Císcar. Ayer la CHS hizo una nota de Prensa a la medida de los regantes: cerramos los pozos de sequía en diciembre, pero eso no es algo que se acordara en la reunión de Madrid como se dice, según fuentes de los regantes, sino que estaba previsto de antemano. Buena prueba de ello es que el Sindicato Central de Regantes del Tajo-Segura (Scrats) que sería el afectado por la decisión no movió ayer un dedo para criticarlo. En definitiva, los regantes fueron escuchados y los sondeos se cierran. Objetivo cumplido por ahora.

Los juzgados de Aguas se sintieron ayer con fuerza para recordar en un comunicado cuál es su batalla: «Los pozos de sequía, por su ubicación, no son capaces de ayudar al trasvase, pero sí están perjudicando a la Vega Baja» porque este agua se reparte entre los regantes con derechos tradicionales en el Segura para darle a los del trasvase la de los embalses que, supuestamente, tiene más calidad. Y decimos supuestamente porque según el Scrats no hay diferencia; sin embargo, el regadío tradicional dice que no sólo es peor sino que saliniza el suelo.