El cambio en el modelo de transporte urbano que quiere poner en marcha el pentapartito viene determinado por algunas singularidades del servicio en Torrevieja. En primer lugar, es el único de España para una ciudad de su tamaño que es gratis para todos los usuarios empadronados . Tan solo hay que registrar un tarjeta que cuesta 7 euros y que da opción a un uso indefinido de todas las líneas. Hay unas 10.000 de estas tarjetas activas. Algo con ventajas y desventajas. Lógicamente al ser gratuito, todo el coste repercute en las arcas municipales sin opción a reclamar mejoras o ampliaciones de líneas, en un servicio vital para sectores de población como los jubilados o los más jóvenes. En segundo lugar, no es estrictamente un servicio urbano.
Lo realiza Costa Azul porque cuenta con las concesiones de tráficos otorgadas por la Conselleria de Transporte. Es decir, Costa Azul usa, por ejemplo, la CV-90 para todas la líneas para enlazar el casco urbano y las urbanizaciones del norte de la ciudad, o la CV-95 para hacer lo propio con Los Balcones, el Hospital y Los Altos. La empresa asegura que no se puede sacar a concurso el servicio o municipalizarlo porque las concesiones son suyas. Algo que han argumentado los sucesivos gobiernos del PP para mantener el actual sistema. El pentapartito mantiene sin embargo que puede desarrollar un sistema de líneas urbano eludiendo esa situación porque es una competencia municipal.
Para ofrecer un servicio reforzado y convencional de bus público es necesario que se normalice su pago a casi todos los usuarios, con subvenciones para colectivos como los pensionistas, que son 33% de la población local.
