Más de 15.000 pinos muertos de la Sierra de Redován quedarán reducidos a pequeñas astillas durante el próximo mes. Son los árboles que han sucumbido a la plaga del Tomicus destruens, que están siendo triturados por una máquina retroexcavadora capaz de arrasar hasta 500 ejemplares al día. El objetivo de esta actuación es crear una capa vegetal y preparar el terreno para una futura reforestación, destruyendo los árboles que están secos para reducir el peligro de incendio y frenar la expansión de este insecto.

Se trata de un proyecto pionero en una trabajo de estas características al emplear una máquina conocida con el nombre de araña que puede adentrarse en el macizo rocoso y ascender por el escarpado entorno. La operación durará cerca de un mes y su coste es de aproximadamente 69.000 euros, de los cuales 33.000 se pagarán con una subvención de la Diputación.

El concejal de Medio Ambiente, Ramón López, explicó ayer que las 40 hectáreas de pinada que se extienden por la Sierra se han dividido en cuatro zonas de actuación, aunque esta máquina sólo podrá actuar en dos de ellas, que son las que van desde la cantera hasta la parte derecha superior del cementerio, y desde allí hasta el barranco que hay junto a la piscina municipal. En esas dos zonas, que ocupan cerca de 20 hectáreas, el 70% de los árboles han sucumbido a la plaga, por lo que serán triturados. ¿Y qué pasará con las otras 20 hectáreas restantes? Según precisó ayer el edil no se podrá utilizar la máquina araña porque una de las partes tiene tanta pendiente que no es posible retirar los árboles de forma mecánica, por lo que se ha pedido ayuda a la Conselleria del área para talar los pinos mediante una brigada. Asimismo, en el perímetro restante también se tendrá que realizar este trabajo a mano debido a que existe una microreserva de plantas protegidas, por lo que también se espera que la Generalitat aporte financiación para poder acometer la tala de árboles.

El concejal de Medio Ambiente explicó que la retroexcavadora ya ha habilitado el terreno en varias partes para una futura reforestación «creando banquetas y allanando el terreno para facilitar que se retenga el agua de la lluvia». En este sentido, explicó que la replantación de especies vegetales se realizará con arbustos autóctonos y pino cartaginés, que es muy resistente a la sequía. Destacó que cuatro entidades financieras han donado 3.100 euros para comprar parte de los árboles con los que se pretende devolver el color verde a la pinada.