Los técnicos de la concesionaria de mantenimiento de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Torrevieja precintaron ayer una amplia zona de la plaza de la Constitución -La Glorieta-, que linda con la calle Ramón Gallud en la que están ubicadas dos palmeras con picudo. La medida pretende evitar accidentes en caso de que parte del árbol caiga a la vía pública, como ocurrió con parte de la cúpula de otro ejemplar en la tarde noche del lunes. Los operarios escanearon ayer los troncos de esas dos palmeras para determinar si deben retirarse. El concejal del área Domingo Soler explicó que la seguridad de las personas y de quienes utilizan a diario la plaza está por encima de todo.

Estas palmeras afectadas por la plaga tienen un gran valor ambiental -superan los 70 años de edad- y sobre todo simbólico y sentimental al ser las que caracterizan la imagen uno de los principales espacios públicos de la ciudad que ha permanecido inalterado durante décadas. «Ha llovido mucho este otoño. Cuando el tronco está seco la zona afectada por el picudo y que está podrida se mantiene. Cuando se moja se abre y se desprende como ocurrió con la palmera el lunes», indicó.

Tratamiento

El concejal explicó que los servicios municipales y la contrata llevan casi una década tratando la plaga en muchos ejemplares y se mostró pesimista sobre el impacto que tendrá en los próximos meses en Torrevieja porque no hay un tratamiento efectivo una vez que el picudo ha infectado el árbol.

Torrevieja, admitió el edil a preguntas de INFORMACIÓN, ha aguantado el envite del picudo durante casi diez años mientras sucumbían todos los ejemplares de la variedad Canariensis -no washingtonia como se publicó por error ayer- en los municipios de los alrededores, como Orihuela Costa, Los Montesinos o San Miguel de Salinas.