El sistema puesto en marcha por la CHS para abrir los pozos de sequía, bajo autorización del Gobierno, vendrá a paliar la falta de recursos hídricos que padecen los regantes del trasvase Tajo-Segura, no los de la mayor parte de la Vega Baja que se nutren del río Segura y que, a día de no, no deberían tener padecimientos por este motivo. El problema reside en que, por cuestión de la ubicación de las infraestructuras hídricas y de dónde se cogen los aportes el agua de los pozos, que está mucho más salinizada, irá a parar a los campos de la Vega Baja a través del Segura y buena parte de la del río, de más calidad, a los del trasvase. REDACCIÓN