Analogías entre la lluvia y la crisis. Los cerca de 130 litros de lluvia por metro cuadrado recogidos de media en la provincia en el primer mes del otoño han supuesto, prácticamente, la misma cantidad que se había registrado entre el 1 de enero y el pasado 31 de agosto (140 litros), y hacen del comienzo del otoño el más lluvioso desde 2007, justo el año en el que explotó la burbuja inmobiliaria.

Ocho años después y bajo un periodo de sequía que comenzó en 2013, la provincia comienza a recuperar, a falta de ver cómo terminan octubre y noviembre, los valores de lluvia de un año normal. Es pronto todavía para valorar el final de la estación pero, por ejemplo, en municipios como el de Alicante, entre el 1 de septiembre y ayer, 19 de octubre, se habían recogido 128 litros por metro cuadrado. En los nueve meses anteriores (enero/agosto) tan sólo 59 litros, la mitad. Según los datos que maneja el Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, habría que remontarse al año 2007 para encontrar un inicio de otoño tan húmedo, cuando entre septiembre y octubre se recogieron 290 litros y en todo el año 512 litros.

Ayer, volvió a llover y la Agencia Estatal de Meteorología avanzó que hoy están previstas nuevas precipitaciones, que van descargando la atmósfera y reduciendo el riesgo de gota fría, aunque persista hasta finales del mes que viene. Jorge Olcina, responsable del Laboratorio de Climatología, apuntó, en este sentido, que «aunque la situación de sequía aguda se ha aliviado y está lloviendo bien, de forma cuantiosa y regular, no se puede afirmar que hayamos salido de la situación de sequía que arrastramos desde 2013 pero tampoco podemos negar que es una buena noticia».

Llueve bien pero aunque los niveles de precipitación media sean buenos, no toda la provincia está en los mismos valores. Ayer, por ejemplo, en municipios como Elda y Dénia se recogieron más de 40 litros/m2, mientras que en Alcoy o Elda no pasaron de diez.

Problemas

La tormenta descargó con fuerza durante la madrugada en Torrevieja y toda la zona litoral y prelitoral de la Vega. Los pluviómetros de la red Meteoclimatic y Proyecto Mastral recogieron hasta 44 litros por metro cuadrado. Los chubascos fueron mucho menos intensos en el interior de la comarca (5 litros en Orihuela ciudad). La lluvia, procedente de un frente que atravesó el Estrecho, comenzó a arreciar sobre las tres y media de la madrugada y se prolongó durante dos horas y media -algo, que sumado a que dejara de llover una hora antes de amanecer ayudó a que las consecuencias fueran menores que en otras ocasiones-.

Sobre las cinco y medida la acumulación de agua provocó en Torrevieja cortes puntuales del tráfico en la rotonda de la CV-90 a la altura del acceso a Altos del Limonar, en el cruce con la calle de las Gardenias. Esta urbanización -y en especial las calles Efrén Gutiérrez, Niágara y adyacentes -son las que deben recibir en balsas de laminación hasta la laguna todos los aportes derivados por las nuevas infraestructuras de evacuación construidas en los últimos años en el polígono o Doña Inés. También produjeron problemas de circulación por acumulación de agua en la variante de la N-332, en el punto kilométrico 57,5, a la altura del centro comercial Ozone. Las infraestructuras de desagüe costeadas por el Ayuntamiento y terminadas en verano funcionaron.

En Dénia, el aguacero que cayó de madrugada y a primera hora de la mañana alcanzó los 48 litros por metro cuadrado. La policía local tuvo que cortar el Camí del Llavador (está junto al instituto Maria Ibars), el vial de la playa de la Marineta Cassiana y tramos del Camí de la Bota y del Camí de Gandia. Desde la primera borrasca de septiembre, estos viales se han inundado ya tres veces. La calle del Grupo de San Andrés (son antiguas viviendas de protección oficial), que está a una cota muy baja, también volvió a anegarse. Igualmente, es la tercera vez que en los últimos dos meses que esta zona de Dénia se inunda. La entrada a los institutos y colegios fue complicada.

Tajo

Por otro lado, la preocupación sigue en la cabecera del Tajo, desde donde parte el trasvase al Segura. De momento la precipitaciones se resisten y el complejo de Entrepeñas y Buendía almacena 334 hm3, doscientos menos que octubre de 2014 y 470 hm3 menos que la media de los últimos cinco años, según la Confederación del Tajo.