La estación subterránea es enorme, con una altura de más de ocho metros, que, según explica Zapata, se debe a medidas de seguridad; principalmente, derivadas de que los trenes todavía tengan que convivir los de gasoil y electricidad. De esta forma, la ventilación en el interior es máxima. El concejal consideró una «chapuza» el hecho de que una macroinversión de estas características no resuelva la modernización de los trenes.
ASCENSO HÉRCULES
⚽ Luceros se viste de blanquiazul catorce años después