El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) está ampliando la Estación Intermodal de Orihuela en un proyecto que no se contemplaba originariamente, según el concejal Antonio Zapata (PSOE), quien llevó el área de Urbanismo hasta el pasado mes de junio y que ha seguido de cerca durante estos cuatro años de trabajos en la ciudad. El nuevo edificio, que se está anexionando al actual, de una altura y más de 150 metros cuadrados de superficie, permitirá el acceso de los pasajeros a algunas de las vías pero no a todas, como ocurre en estos momentos, lo cual no es una garantía de seguridad. De hecho, un vigilante tiene que acompañar a los pasajeros en cada parada para evitar que exista un accidente o alguna imprudencia desde el pasado mes de febrero, cuando se reabrió de forma provisional.
El único acceso desde que se puso en marcha la estación subterránea fue un inesperado edificio, con el que nadie contaba en Orihuela, situado en mitad de lo que el Ayuntamiento proyecta como un bulevar y que por su enorme tamaño no pasará desapercibido para nadie, ya que ha tenido que incluir escaleras mecánicas y un ascensor para facilitar el acceso de las personas con discapacidad. Cómo se conectará en un futuro a la estación intermodal es toda una incógnita ya que estará en mitad de un espacio público urbano y municipal... si no hay nuevas sorpresas.
El edil explicó que el terreno sobre el cual se ha tenido que hacer este soterramiento es muy blando, algo con lo que contaban ya los técnicos; ahora bien, lo es tanto que exigía un edificio nuevo, con garantías, para realizar un soterramiento hasta las vías que no partiera de la actual Estación Intermodal. «Es un trabajo que ha requerido mucha cimentación», explicó Zapata.
Bombeo
Además, Adif ha tenido que construir otra estructura de gran importancia en las inmediaciones, como es una estación de bombeo para evacuar las aguas pluviales que se podían ir acumulando en caso de una gota fría de forma que se evitara cualquier encharcamiento y, lo que sería una tragedia, que se inundara la estación subterránea colapsando el tráfico ferroviario. Según el concejal, todo esta agua es conducida hasta el cauce del río Segura a través de una enorme tubería que es otro de los secretos enterrados en esta obra.
Adif no ha concretado aún durante cuánto tiempo más continuarán los trabajos en el casco urbano oriolano, aunque la realidad es que su actividad ha disminuido mucho desde el pasado mes de septiembre. En cualquier caso, no se concluirá este año.
