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Torrevieja eliminará el nombre de la Infanta Cristina del Palacio de Deportes

El alcalde anuncia que la instalación quedará innominada a raíz del juicio a la hermana del Rey por supuesto delito fiscal

Imagen del pabellón Infanta Cristina de Torrevieja, en la Ciudad Deportiva. Loino

El alcalde de Torrevieja, José Manuel Dolón (Los Verdes), explicó ayer que retirará en breve la denominación de «Infanta Cristina» del Palacio de Deportes, la instalación que es buque insignia de la Ciudad Deportiva, que alberga un pabellón polideportivo y una piscina climatizada. La infanta se sentará en el banquillo en enero de 2016 acusada de delitos fiscales, junto a su marido Iñaki Urdangarín , por el Caso Noós. Esta instalación deportiva, cancha habitual del equipo de balonmano local, entre otros muchos equipos locales de distintas disciplinas, recibió el nombre de la Infanta Cristina el 1 de septiembre del año 2000.

Esta decisión del actual primer edil, sobre la que no se han pronunciado el resto de formaciones -APTCe es un partido abiertamente monárquico-, se deriva de las propias peticiones de Los Verdes en este sentido durante el mandato anterior en la oposición, también realizadas por Juventudes Socialistas o Izquierda Unida. El nombre de la infanta aparece en un lugar preferente en el acceso al pabellón, en grandes caracteres y suprimirlo supone algo más que una actuación de mantenimiento.

El entonces alcalde Pedro Hernández, a la hora de inaugurar este pabellón, no había consultado con el resto de la Corporación su intención de dedicárselo al rey Juan Carlos, y sin ese consenso la Casa Real no otorga la autorización. Se vio obligado entonces a recurrir como segunda opción a la segunda hija del monarca, que también valía para el caso si se relacionaba la especial afición al balonmano de los torrevejenses -cuyo equipo ha estado entre los mejores del país-, con los triunfos del marido de aquella, Iñaki Urdangarín, en este mismo deporte.

En este pabellón -y hasta la fecha- se siguen glosando en imágenes enmarcadas las gestas de Urdangarín y sus partidos con la selección española en Torrevieja. Y de paso también de la inauguración del mismo en aquellos días de rosas para la pareja real y para el alcalde, Pedro Hernández, que ahora cumple condena por prevaricación y falsedad documental en un cárcel de Murcia. Un despliegue que quizás no resulte llamativo a cualquier torrevejense, pero sí los visitantes que encuentran las evidentes «diferencias» entre el ayer y el hoy de los protagonistas de aquel evento.

Por unanimidad

La iniciativa del primer edil coincide con la que acordaron ayer en las Cortes de que se retire en un máximo de dos meses las placas conmemorativas o menciones honoríficas situadas en edificios de la Generalitat con el nombre de cargos públicos condenados en sentencia firme por corrupción o delitos contra la Hacienda. La propuesta, presentada por Podemos y respaldada por todos los grupos de la Cámara -incluido el PP-, pide también al Consell que retire toda distinción o elemento de homenaje concedido con motivo de un cargo que esté en espacios públicos dependientes de la Generalitat. Sobre este «regalo envenenado» de sus compañeros de Valencia no se ha pronunciado el PP local o el vicepresidente de la Diputación Eduardo Dolón, que siempre ha defendido la figura de Hernández como el mejor alcalde de la historia de la ciudad. En Torrevieja, si verdaderamente el Consell considera el asunto de como algo prioritario, deberá emplearse a fondo. Entre los edificios de la Generalitat de relevancia con placas en las que figura Hernández, con todos los adjetivos protocolarios posibles, está el Hospital Universitario; varios centros de salud, las oficinas del Servef, institutos y colegios, entre otros. Más de una decena.

Quizá el ejemplo más llamativo de este tipo de placas es la que está instalada en el Palacio de Justicia de Torrevieja, junto al arco de seguridad, para dar constancia de la inauguración de la ampliación, que fue posible gracias a una confusa operación urbanística, puesta en entredicho por la Sindicatura de Cuentas, ideada por el entonces alcalde y que permitió que el edificio le saliera gratis a la Generalitat.

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