Una patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA) rescató a una garza, que se hallaba atrapada en unas ramas por un sedan o cuerda, en la desembocadura del Río Segura a su paso por la localidad de Guardamar del Segura. Según informó ayer la Guardia Civil la pasada semana, cuando los agentes de una patrulla del Seprona se encontraban prestando servicio de vigilancia ambiental en este término municipal, recibieron el aviso de varios ciudadanos alertando que en la desembocadura del Río Segura se encontraba un ave de «gran tamaño» atrapada por un sedal del pico y entre unas ramas, lo que le impedía realizar cualquier movimiento.

De especial protección

Los componentes de la patrulla se desplazaron hasta el lugar y observaron que «efectivamente en el agua había una Garza Real (Ardea Cinera), catalogada como de protección de especial interés por la legislación vigente en la materia». Se trataba de un ejemplar adulto y de gran tamaño, que se encontraba encaramado a unas ramas dentro del río, alejada de la orilla y enganchada del pico por una cuerda o sedal, lo que le impedía escapar. Los agentes además observaron cómo el ave se encontraba «ya sin fuerzas después de los numerosos intentos de huida, por lo que de no haberse liberado podría haber muerto en poco tiempo». Sin más demora un miembro de la patrulla de la Guardia Civil decidió meterse en el agua del río para rescatar al ave, pese a la «gran dificultad y esfuerzo por la existencia de abundante lodo en el lecho» en esta zona de la desembocadura y que impide los desplazamientos. Una vez que consiguió llegar hasta el animal fue liberado de sus atadura. La garza real fue dejada en libertad ese mismo lugar al no apreciarse lesiones.