Este artículo es de recuerdo y gratitud por estos años como presidente de mi Semana Santa de Cox. Doce años dan para mucho y muchas cosas que agradecer. Desde que una noche de octubre del 2003 hasta aquí han sido muchas las vivencias que he tenido junto al grupo de personas que nos encomendaron, crear la Junta Mayor de Semana Santa de Cox. Nos convertíamos así, en «los padres fundadores» de esta institución de la que a mí se me encomendó llevar las riendas. Seríamos desde ese instante una familia. Con ellos a mi lado, la misión seguro sería exitosa.

Mis primeras gracias son para aquel primer grupo de personas que comenzamos esta aventura. De estos 12 años como presidente, muy intensos, no podría relatarlas todas pero yo personalmente recordaría a algunas. La primera sería esa noche de octubre del 2003. El presidente de la Junta Diocesana de Cofradías y Hermandades, en representación del Obispado se acercó a Cox y nos instó a la fundación de la Junta. Mí hermandad me propuso a mí como el representante en la misma dentro de este organismo que se creaba. Lo mismo sucedió con el resto de agrupaciones religiosas y de aquellos representantes de cada una de las cofradías me elegisteis a mí como vuestro presidente. Desde ese momento y tras el visto bueno del obispo, me convertiría en el presidente de una Junta de Semana Santa más joven de la Diócesis.

Yo propuse que fuéseis el resto de los representantes de las otras cofradías mis compañeros de travesía. Muchos nervios. A unos los conocía, a otros no tanto, pero desde ese primer instante tuve su apoyo y comprensión para comenzar a andar. Objetivos claros desde el principio: hacer de la Junta Mayor una gran institución en el pueblo de Cox que engrandeciese la Semana Santa. Esta se fundamentaría en la «unión y trato por igual de las distintas cofradías y hermandades» y ser como una piña. El resultado fue inmediato y la prueba de fuego, el «Encuentro Provincial de Cofradías y Hermandades» celebrado en 2004, con la participación de 700 congresistas, y que aún se recuerda.

Comenzaban muchas noches de reuniones, éxitos y algún resbalón (somos humanos), cosas buenas y otras geniales, propuestas y proyectos que engrandecerían la Semana Santa. La intención era conseguir también que fuese en Cox «Semana Santa todo el año». Y, como rezaría nuestro lema: «Pasión por Cox paso a paso». Ser presidente de la Junta me ha ayudado a crecer y a aprender mucho: vivencias, situaciones y, sobre todo, conocer a mucha gente buena.

Mi etapa termina. El motivo no ha sido otro que el laboral. Esta es la razón que me llevó a que no me presentase a la reelección en una cuarta legislatura. Todos sabéis de mi dedicación como escultor e imaginero. Cuaresma y Semana Santa son mi época fuerte y ya no le podía dedicar todo el tiempo necesario para la organización de nuestra Semana Mayor. Son 23 años en los organismos rectores de la Semana Santa; de ellos, 12 como presidente, que llegan a su término dejando una profunda huella en mí. Lo que comienza siempre termina. Muchas cosas y grandes proyectos se quedan en el tintero, sabéis que por tener ideas nunca ha sido. Siempre he querido lo mejor para mi Cox.

Otro momento personal y de gran alegría para mí fue la concesión por el Ayuntamiento de la Medalla de Oro de la localidad. Mi trayectoria profesional como escultor y mi hacer por la cultura de Cox la avalaba. Quise compartirla con mi familia santasantera en aquella misa de la Junta en la que se me hizo entrega.

Siempre es hermoso dar buenas noticias. Otro recuerdo que siempre tendré serán las visitas intempestivas, a altas horas de la noche, a los hogares de los elegidos como «cargos de honor» de ese año. Nos abrían sus casas cenando o, incluso, en pijama. Lo último que se esperaban es que la Junta, por unanimidad, los hubiese elegido. Gracias a los llamados que durante estos años habéis sabido defender vuestro cargo de honor. No sabéis lo que me alegraba cuando me decíais que sí y la sonrisa que salía por la puerta.

Pero sin duda, el recuerdo más grande fue el día que propuse hacer a Nuestra patrona «Hermana Mayor de Honor de la Semana Santa de Cox a Perpetuidad». Por unanimidad de la Junta se proclamó el nombramiento. Fue un día espléndido del mes de mayo de 2012 en el que le impuse la Medalla de Oro a María Santísima del Carmen coronada. Otro cargo más para nuestra gran Patrona.

Todo los que estamos en esta institución prestamos nuestra colaboración a la vida parroquial. Yo seguiré trabajando por mí parroquia. Ya sea desde el consejo parroquial, desde mi hermandad de Jesús Cautivo, desde la Hermandad de María Santísima de las Virtudes o desde la Mayordomía de Nuestra Señora del Carmen como su presidente.

Gracias a mis familiares y amigos que, muchas veces, os he descuidado por atender las cosas de la Junta. Gracias a las instituciones tanto públicas como eclesiásticas que me habéis apoyado cada vez que os solicitaba algo. Gracias a mi Hermandad de Jesús Cautivo y María Santísima de la Paz, que al proponerme como representante me habéis hecho vivir esta experiencia que la llevaré en mi corazón.

Y, por último, un millón de gracias a las personas que en estos años habéis estado a mi lado en la Junta Mayor. Por entenderme, por comprender mis ausencias por motivos laborales y dejarme hacer. Disculpar si por error u omisión he incurrido en alguna falta. Entre vosotros he encontrado gente buena y grandes amigos.

Por tanto mi gratitud siempre a Adela, Adrián, Antonio Ramón, Finita y Gonzalo. A José Manuel, José, María Dolores, Manolo, Manuel a Mere y a su hija Mere también. A Paqui, Rosi, Teo y a mis tres consiliarios: Don Francisco, Don José Luís y Don Vicente. Juntos hemos hecho historia viva de la Semana Santa de Cox desde la fundación.

Tengo mucha alegría por la junta que ahora se constituye. Os pido que ayudéis a nuestro presidente Antonio Ramón, como lo hicisteis conmigo y que nunca me dejasteis solo. Y a los nuevos miembros: José Antonio, María y Tomás. Os pido que disfrutéis de esta experiencia que es la trastienda de nuestra Semana Mayor.

Antonio Ramón Quirante Rives, ahora te paso el testigo. Comienzas una andadura muy hermosa. Disfrútala. Tendrás de todo, habrá de todo, como en todas las mejores familias, pero estas rodado de un grupo de enamorados de la Semana Santa de Cox y seréis grandes compañeros. Sabes que con unión y comprensión todo se consigue. Sabes que sigo ahí para lo que me necesites y siempre que mis circunstancias lo permitan, claro.

Las bases ya están puestas. Son sólidas. Tranquilamente llegué a un mes de octubre a convertirme en presidente, tranquilamente un mes de octubre, con la alegría y satisfacción por la labor cumplida, me quedo en esta estación. El tren de la Junta Mayor de Semana Santa de Cox sigue su camino hacia la Cuaresma y lo voy viendo alejarse por el horizonte, el viaje valió la pena.