Después de saber con mayor o menor claridad, el nuevo convenio con Adif, lo que más claro parece es que la decisión sobre los pasos de entrada y salida de Orihuela, han quedado reducidos al buen criterio de la empresa que lleva las obras de construcción.

Me hubiera gustado que las propuestas para estos pasos hubieran sido expuestas por criterios municipales. Ello nos habría dado a conocer qué piensan nuestros políticos locales para el futuro de nuestra Ciudad y no los buenos o malos proyectos que nos puedan hacer gentes que apenas conocen nuestras particularidades.

Es cierto que al parecer van a promover un concurso de ideas para ver de resolver este asunto. Pero no me negarán, amables lectores, que tal vez nuestros munícipes debieran haber aportado las suyas pues por eso son nuestras máximas autoridades. Así sabríamos la capacidad y desarrollo de las mismas, por las que «pelearon» por obtener un cargo público y podríamos valorar para el futuro cuáles serían sus propuestas.

Sería de esperar por parte de alguno de los 25 concejales, más los asesores al menos una idea que nos convenciera de su vocación de servicio a su pueblo. Lo más lógico sería que en proporción a lo que cobran su idea fuera más o menos significativa, aunque por la proporción de sus sueldos creo que por cada 4.000 euros mensuales no estaría mal una idea. Bajando el escalafón, se pueden conformar grupos de tres en tres para que todos puedan participar. Digo lo de grupos de tres, porque el grupo Ciudadanos son tres ediles que entre todos cobran como uno de los del grupo de gobierno, y así el resto que no están en el gobierno.

Al menos sería normal que nuestros ediles trabajasen y pensasen un poco en cómo les gustaría ver el futuro de Orihuela. Así justificarían su vocación y espíritu de servicio, que yo les presupongo, y algo más que sentarse en el pleno y levantar la mano según la consigna partidista. A muchos oriolanos nos gustaría saber en cierto modo qué desearían para su pueblo unos gestores municipales que, de momento, lo que mejor sabemos todos es el importe de sus muy dignos, que digo dignos, dignísimos salarios, que son casi mejores que algunos de los premios de los sorteos de la lotería en los que les toca 4.000 euros mensuales durante cuatro años. Y puede que después, muchos de ellos tengan prórroga del premio, aunque en algunos casos siguieran siendo tres por el precio de uno. Todo sea al menos por una buena idea.