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Orihuela

La juez cerrará con dos testificales el proceso contra el asesino confeso de Yolanda Aniorte

Fiscalía y acusación consideran que los hechos son constitutivos de un delito de asesinato

La juez cerrará con dos testificales el proceso contra el asesino confeso de Yolanda Aniorte

El juzgado de Violencia sobre la mujer de Orihuela está dando los últimos coletazos a la instrucción del asesinato, ocurrido en agosto de 2014, de Yolanda Aniorte, de 39 años de edad, a manos de su pareja, Juan Antonio Martínez, de 37 años. A falta de alguna petición más por parte de las acusaciones o de la defensa, dos testificales cerrarán la instrucción y una aclaración sobre la data de la muerte porque parece que aún no está claro si ésta se produjo el día 1 o el día 2. En cualquier caso, fue esa noche.

La instrucción de los procedimientos que se siguen de la ley del jurado son lentos pese a que este, como tantos otros, parece que está muy claro. El detenido confesó a la Policía Nacional lo ocurrido y, aunque aseguró que estaba bajo los efectos de las drogas y que no sabía qué hacía, lo cierto y verdad es que tanto la Fiscalía como la acusación particular, que representa a la familia de la fallecida a través del letrado Guillermo Giménez Conde, considera que los hechos son constitutivos de un delito de asesinato. En cualquier caso, la magistrada tendrá la última palabra cuando acabe esta fase inicial, pero la más larga del proceso. A priori, el juicio podrá celebrarse en 2016 en la Audiencia teniendo en cuenta que se trata de una causa con preso; ahora bien, todo dependerá del número de asuntos pendientes de enjuiciamiento por el procedimiento de la Ley del Jurado, que es mucho más farragoso.

Mientras que el proceso continúa adelante, otro juzgado de Alicante tiene aún pendiente de resolver la custodia de la niña de la pareja que se encuentra en manos de la abuela materna de forma provisional. El pasado mes de septiembre tuvo lugar la visita que tiene que resolver si, definitivamente, tal y como está previsto, la abuela se queda con la pequeña -bajo la patria potestad de la Conselleria de Bienestar Social- o se le entrega a la hermana del asesino, que también está luchado por que esté junto a ella. En cualquier caso, será el juzgado el que tome una decisión que no será fácil. La abuela no sólo tiene la custodia provisional sino que a través de ella la niña mantiene una relación diaria con su hermano, algo mayor que ella, y fruto de una relación anterior de su madre. Los dos hermanos, de hecho, van juntos al mismo centro educativo, mientras que la tía de la pequeña tiene un régimen de visitas. Precisamente el hecho de que ambos hermanos puedan vivir juntos desde prácticamente el desayuno a través de la abuelo fue fundamental para que el juzgado acordara con quién debía estar la niña.

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