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Callosa retirará la Cruz de los Caídos tras más de 70 años ubicada junto a San Martín

El Ayuntamiento asegura que no actuará de forma unilateral y negociará primero su reubicación

Una imagen de la Cruz de los Caídos emplazada junto a la arciprestal de San Martín. loino

La imponente cruz de mármol blanco ubicada junto a la arciprestal de San Martín será retirada del lugar en el que se colocó a principios de la década de los 40. El equipo de gobierno de Callosa de Segura, formado por el PSOE, IU y Somos Callosa, ha decidido apartar ese monumento de la Plaza de España para cumplir la Ley de Memoria Histórica que obliga a retirar la simbología franquista. La cruz rinde homenaje a un centenar de callosinos ligados al Bando Nacional que murieron durante la Guerra Civil y ensalza el nombre de José Antonio Primo de Rivera, hijo del dictador Miguel Primo de Rivera y fundador y líder del partido Falange Española.

Qué hacer con la cruz y dónde trasladarla es un asunto que todavía no ha sido decidido. El Ayuntamiento ya ha dado el primer paso de informar a la Iglesia de sus intenciones y se plantea llegar a un consenso con las autoridades religiosas dado que no quiere retirarla de forma unilateral. Por ahora no hay fecha para su traslado, pero el gobierno local asegura que será más pronto que tarde.

El debate sobre la retirada de los símbolos franquistas del municipio se ha ido eludiendo durante los últimos años. Esta cruz es uno de los pocos emblemas que sobrevivió al gobierno tripartito de Pepe Pina (DSPV), que durante su mandato entre 1999 y 2003 se afanó en retirar buena parte de la simbología que rendía tributo al régimen del caudillo.

El anterior gobierno del PP de Javier Pérez apuntó en numerosas ocasiones que la cruz pertenecía a la Iglesia y por lo tanto el consistorio no era competente para decidir qué se hacía con ella. No obstante, el tripartito asegura ahora que hay documentación que acredita que la Plaza de España está inventariada como un bien municipal y por lo tanto es el Ayuntamiento quien tiene la facultad de decidir si la cruz se queda en ese sitio o se retira.

Consenso

La última vez que se abordó este asunto fue en octubre de 2012 cuando IU presentó en pleno una moción para acordar la retirada de la cruz pidiendo que, en caso de que fuera necesario, se invitara a la Iglesia a que la eliminara de la fachada del Monumento Histórico Artístico Nacional. No obstante, el edil de izquierdas acabó retirando esa propuesta del orden del día apercibido por el alcalde Pérez, que le recriminó que no hubiera invitado al resto de grupos políticos municipales a consensuar una postura común antes de llevar ese asunto a pleno.

En teoría, se iba a abrir entonces una ronda de debate para tratar de llegar a un acuerdo entre todos los miembros de la corporación, pero finalmente nunca se hizo. Y ahora que el PP ha perdido poder en el municipio, el tripartito está dispuesto a cumplir la Ley de Memoria Histórica, que en su artículo 15 insta a las administraciones públicas a adoptar las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura.

«Memoria de los vecinos»

El alcalde socialista Fran Maciá, apuntó a este respecto que la cruz de los caídos «representa la memoria de los vecinos de la localidad que perdieron la vida en la Guerra Civil en el denominado por la historia como Bando Nacional». El regidor considera que su ubicación, delante de San Martín, «ha propiciado que se asocie a un homenaje religioso». Tanto es así que la cruz supone hoy un decorado en el que es habitual inmortalizar fotos de familia en bodas, bautizos y comuniones. El primer edil entiende que la ubicación que debe ocupar es el cementerio de Callosa, que no es municipal sino que está gestionado por la parroquia.

«Su traslado debería ser consensuado con la parroquia y dando conocimiento a las familias de su traslado. Tenemos un ejemplo cercano de esta colaboración en cuanto a símbolos de la Guerra Civil en la localidad de Aspe entre autoridades civiles y religiosas», por lo que Maciá estima que se podría llegar facilmente a un consenso.

Por su parte, la primera teniente de alcalde, Antonia Cascales (IU), dijo que desde su partido «siempre se ha defendido que la totalidad de la localidad se debe ajustar a lo establecido en la Ley de Memoria Histórica». «La cruz es un ejemplo más de los muchos incumplimientos de esa Ley que se venían permitiendo en nuestro municipio», dijo Cascales.

El portavoz de Somos, José Navarro, explica que su formación estima que esta cuestión se puede abordar desde dos vertientes «la de pulir los nombres de los caídos o eliminar la cruz, aunque abogamos por retirarla dado que puliendo los nombres quedaría históricamente como un reconocimiento a los caídos (del Bando Nacional) debido a la cantidad de años que lleva representando a estos».

El portavoz del PP, Manuel Illán prefirió no opinar sobre este asunto y prefirió abordarlo antes con sus compañeros.

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