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Tres años sin comprar contenedores

La basura rebosa por las noches en algunas calles de Orihuela y se ha hecho habitual entre los vecinos

Tres años sin comprar contenedores

Los contenedores de basuras rebosan muchas noches en algunas calles céntricas de Orihuela y los vecinos colocan las bolsas en el exterior en una imagen que se ha hecho cada vez más habitual y que es el resultado de los recortes del Gobierno a la inversión y del hecho de que durante tres años el municipio haya trabajado sin presupuestos para suplir carencias.

Desde que el Ayuntamiento de Orihuela asumió la gestión de las basuras el pasado mandato de la mano del entonces tripartito (PSOE, Los Verdes y CLr-Claro), rescatándolo tras echar a la UTE Orihuela Capital de la Vega Baja, la idea de que el servicio no sólo ha sido mejor sino más barato se instauró en la cabeza de los entonces responsables municipales, que aseguraron, comenzando por el alcalde Monserrate Guillén (Los Verdes), que los números cuadraban a final de año y mejor que nunca porque se producía un importantísimo ahorro para las arcas públicas derivado de no tener que pagar IVA, gastos generales, IPC o beneficio industrial.

El regidor, de hecho, llegó a cifrar en enero de 2014 en algo más de 1,7 millones de euros el recorte de gastos con respecto al año anterior porque la previsión era de 10,6 millones de euros y la realidad arrojó una factura en 2013 por 8,8 millones de euros para las arcas municipales. Con ello la conclusión era clara: es más barato un servicio de limpieza en manos públicas que privadas, otra cuestión es si el nivel de exigencia y calidad se ha mantenido.

El Ayuntamiento de Orihuela hizo el último presupuesto en 2012 (el gobierno en minoría se dedicó a prorrogarlo en 2013, 2014 y 2015), lo cual ha supuesto también que el área de Aseo Urbano haya tenido que trabajar atada de pies y manos para acometer cualquier tipo de mejora o de renovación de maquinaria cuando el paso del tiempo y las averías han ido aumentando por el desgaste. En cambio, las posibilidades de inversión han sido prácticamente nulas porque el Gobierno las prohibió con el Plan de Ajuste y, además, la intervención municipal ha puesto numerosas pegas por la inexistencia de partida presupuestaria que avalara gastos. Es decir, el presupuesto era tan ajustado que no había dinero para extras y el Ayuntamiento ahorraba pero no podía reponer.

El más claro ejemplo se encuentra en las calles donde hay un déficit de contenedores agravado por aquellos que van desapareciendo (se rompen o se queman tanto de forma fortuita como vandálica) y a lo que se suma el hecho de que en algunas zonas siempre han sido insuficientes. El problema es especialmente importante en el centro del casco urbano y se ve agravado por el hecho de que la calidad de muchos de ellos deja que desear, carecen de pedal (se abren a mano) y muchas veces están destapados durante toda la jornada porque los vecinos echan sus bolsas a cualquier hora.

La nueva responsable del área de Aseo Urbano,Noelia Grao (Partido Popular), admitió a preguntas de este diario que hay que aumentar la partida del presupuesto municipal de 2016, cuando se elabore por el nuevo equipo de gobierno que encabeza Emilio Bascuñana, para conseguir que el servicio no se convierta en una constante merma que paguen los ciudadanos.

Pero eso no es todo, la edil aseguraba que «estamos recogiendo basura muchas veces con menos camiones de los necesarios porque cuando uno se rompe y hay que enviarlo a un taller necesitamos, previamente, pedir hasta tres presupuestos para decidir cómo se aprueba esa factura y así con todo». Según la responsable del área, la situación es tan complicada que con menos vehículos para las rutas la única solución pasa por que el resto realicen más kilómetros.

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