El Boletín Oficial del Registro Mercantil publicó ayer la liquidación de una de las empresas con más historia de la Vega Baja: Son Sánchez, dedicada a la venta de frutos secos, que tuvo sede en Orihuela para, más tarde, trasladarse a Albatera.

Son Sánchez entró el pasado año en concurso voluntario de acreedores ante la imposibilidad de hacer frente a las deudas por la caída de la facturación, que se cifró en un 25% en 2013 (28 millones de euros). La plantilla también una drástica reducción, pasando de 80 a 40 empleados y, finalmente, no ha remontado.