El promotor del proyecto para construir una planta de transferencia de residuos en Torrevieja sólo requiere de permisos municipales para sacarlo adelante, según indicaron fuentes cercanas al proyecto. Es decir, la Generalitat no tiene que intervenir para aprobarlo o denegarlo. Posibilidad que apuntó el alcalde José Manuel Dolón a la hora anunciar que el anterior equipo de gobierno había otorgado el visto bueno a la compatibilidad urbanística a un proyecto de estas características en el polígono industrial Casagrande. Será el pentapartito el que deba resolver la papeleta si el promotor presenta la solicitud de licencia ambiental y la posterior de obras. El primer paso fue otorgar ese certificado de compatibilidad urbanística que validaba el solar industrial que se presenta como acto para ese uso. Si los informes son favorables, el primer deberá dar la licencia, al margen de la postura de su equipo sobre el mismo.

Según fuentes municipales el proyecto contempla la construcción de una nave hermética en el polígono industrial Casagrande. Los residuos, en torno a 50.000 toneladas de basuras al año, serían depositados en una tolva por los camiones de recogida diaria para que cayeran directamente -sin tocar el suelo, ni permanecer en el lugar almacenados en ningún momento-, a los camiones de mayor dimensión, con capacidad para transportar más de 20 toneladas y preparados para al traslado de la basura al vertedero final. Este sistema permite utilizar los camiones de recogida -con la mitad de capacidad que los que se usan para el transporte-y el personal que los opera para su uso original: recogida de residuos. Un sistema que abarata costes en combustible, mantenimiento de recursos materiales y personal. La actual contrata tiene que trasladar la basura a la planta de Elche cada vez que uno de los vehículos se completa en su ruta habitual en las calles. La planta emplearía a una docena de operarios y contaría con un sistema de desodorización basado en la pulverización de agua.

El proyecto de la planta de transferencia se situaría en el corazón del polígono industrial. Cerca de actividades de hostelería y equipamientos de concurrencia pública como el nuevo tanatorio, el parque acuático, el nuevo mercadillo.

Gestión del PP

Por otra parte, el PP recordó que fue gracias a su gestión el que las basuras de Torrevieja se traten directamente en la planta de Elche. A la ciudad no le afecta el cierre de la planta de Abornasa en Crevillent, ni los sobrecostes de transporte que se derivan ahora de la clausura. Algo que el actual acalde atribuyó a la empresa y no al PP. El resto de municipios de la Vega deben llevar las basuras a Xixona y Villena.

Durante más de una década el municipio gobernado por el PP fue el principal cliente del vertedero ilegal en Abanilla -que ofrecía el mejor precio de eliminación del mercado-. Solo cuando la Generalitat exigió a los municipios acudir a una planta autorizada dentro la Comunidad se modificó el destino de las basuras a Elche.